
GRAN TEATRO DE TÁNGER
Ayer saltaba la noticia de la donación efectuada por el Gobierno español a Marruecos del histórico Gran Teatro Cervantes de Tánger, una de las más hermosas joyas artísticas levantada en Marruecos a principios del pasado siglo. Seguramente esta noticia dará lugar a polémicas absurdas. Pero partamos de un hecho cierto: durante decenios, el Teatro Cervantes de Tánger es un edificio abandonado, una ruina que se mantiene en pie de puro milagro. Y durante decenios, España se ha desentendido de este patrimonio histórico y cultural. Su coste actual de rehabilitación es muy elevado y seguramente esta haya sido la causa principal para dar este paso. Una decisión tomada durante el Gobierno de Mariano Rajoy y finiquitado por el actual Gobierno de Pedro Sánchez. Lo que demuestra que existe un nulo interés por hacerse cargo de esa obra de restauración sea quien sea el partido que ostente el poder. Otro gallo cantaría si la propiedad fuese del Estado francés (y esta es una opinión muy personal, pero no creo equivocarme dados nuestros antecedentes y los suyos).

A las puertas del Gran Teatro de Tánger
Lo único positivo de todo esto es que el acuerdo alcanzado con Marruecos obliga a este país a rehabilitarlo y a darle un uso cultural, incluyendo en sus programaciones futuras actividades con componente español.
Ya hay voces que auguran que Marruecos derribará el inmueble. Seamos optimistas. Hay un revival del viejo Tánger internacional y la ciudad es ahora un hervidero económico y cultural (festival de jazz, festival de cine, encuentros literarios y pictóricos casi a diario, apertura de nuevas librerías en los últimos años -sí, de nuevas librerías-, restauración de monumentos…). Si recuperaran el Gran Teatro Cervantes de Tánger sería un hito y sin duda un éxito para las autoridades culturales marroquíes. Y, por supuesto, una demostración más de que a España, pese a las declaraciones de nuestros políticos, le da igual nuestra herencia cultural. El Gran Teatro Cervantes, excepcional ejemplo de estilo modernista con esculturas de Cándido Mata, abrió sus puertas a las compañías María Guerrero, La Barraca, de García Lorca, o la compañía al-Hilal, y a artistas como Pastora Imperio, Margarita Xirgú, Estrellita Castro, Antonio Molina, Imperio Argentina, Ahmed Ouyassine, Juanito Valderrama, Mohamed Akalou, Lola Flores o Antonio Machín. Y además cuenta en su haber con la famosa actuación en sus tablas del gran Enrico Caruso en 1919, famosa no solo por la calidad del tenor sino porque, como cuenta Rocío Rojas Marcos, el cantante ya solo actuaba en el Metroplitan de Nueva York desde hacía años y cuando hizo una gira por Europa incluyó al Teatro Cervantes de Tánger. El mayor de los construidos en África.

ENRICO CARUSO
Y famosos eran los carnavales de Tánger, en especial los que se organizaban en el Teatro, el gran baile de máscaras, y las fastuosas fiestas, o las conferencias y encuentros políticos que tuvieron lugar en él, como las impartidas por Pérez Galdós, Joaquín Costa o Martínez Barrios. Seguramente Juanita Narboni diría algo sobre todo esto, pero no me atrevo a poner nada en su boca aunque pueda imaginarlo.
Lo cierto es que tan solo por toda esta historia que arrastra a sus espaldas ya merece ser rescatado del olvido.
Sergio Barce, febrero 2019
Aquí tenéis el enlace de El País que ayer daba la noticia:
https://elpais.com/cultura/2019/02/08/actualidad/1549634225_006826.html
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Teatro Cervantes de Tánger hace unos años
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Teatro Cervantes de Tánger -reciente imagen del interior
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