“…A la gente le gusta que le cuentes cosas, en la cantidad adecuada, en un tono humilde y familiar, y creen que así te conocen, aunque se equivocan, saben de ti porque averiguan los hechos, pero no conocen tus sentimientos ni lo que piensas sobre las cosas ni saber cómo lo que te ha pasado y lo que has decidido te han convertido en quien eres. Lo que hacen es rellenar los huecos con sus propios sentimientos, opiniones y suposiciones, y así componen una vida nueva que tiene bien poco que ver con la tuya, de modo que estás seguro. Basta con ser amable, sonreír y rehuir las paranoias, hagas lo que hagas hablan de ti, es inevitable, y tú habrías hecho lo mismo. No necesito gran cosa, solo un pan y un poco de embutido, resuelvo rápido. Me sorprende lo vacías que se han ido quedando mis cestas de la compra, las pocas necesidades que he acabado teniendo desde que estoy solo. Sufro un súbito ataque de tristeza cuando voy a pagar y siento sobre mí los ojos de la cajera mientras saco el dinero, ella lo que ve es al viudo, no entienden nada, y es mejor así. -Ahí tienes -dice suave como la seda, y bajito, al darme las vueltas. -Muchas gracias -le digo, y estoy a punto de echarme a llorar, joder, y me apresuro a salir con la compra en una bolsa y regreso a la gasolinera. He tenido suerte, pienso. No entienden nada.”
“…creía que el talento sería algo así como una explosión mensurable, un increíble sentido de la bohemia, una bufanda que se te ajustaba al cuello y te desconectaba de cualquier predisposición a lo convencional. Ser un innovador, alguien que descubre cosas, nuevas formas de ser y nuevos estilos… Nunca me sentí así. Nunca sentí que tuviese talento, ya que era alguien que seguía a los demás, alguien que interpretaba lo de otros, pero nunca creaba por sí mismo.”
“…Paul casi se mató mientras estaba dirigiendo <Casta invencible> en Oregón, en 1971. Una noche se cayó de la cama. Lo encontré en el suelo, con la cabeza sangrando, y fue lo más cerca que he estado nunca de decir: <Se acabó, ya no lo soporto>. Cuando la película estuvo lista, Paul dejó el alcohol fuerte. Yo misma solía decir que para Paul la única forma de encontrar cierta paz era emborracharse hasta las trancas. Ahora la encuentra en las carreras de coches. La paz y la gracia, el consuelo de saber que ha hecho algo bien.”