Sigo colgando imágenes pertenecientes a mi biblioteca en las que alguna de mis obras acompaña a los títulos de buenos y queridos amigos escritores.
Hoy: mi novela El libro de las palabras robadas, junto a Larache. Poemas, de Mohamed Al Baki, y a Música andalusí, de Julio Rabadán.
Mi libro de relatos Paseando por el zoco chico. Larachensemente, posando con Carta desde el Toubkal,de Pedro Delgado, y junto a Viajando por el Magreb Hispánico, de José Edery.
Y mi novela El laberinto de Max, junto a Miramar, de Carmen Enciso y Eloísa Navas; Yamna, de Said Jedidi, y Ras R´Mel, de Antonio Herráiz.
Continúo colgando en mi blog imágenes pertenecientes a mi biblioteca en las que alguna de mis obras acompaña a los títulos de buenos y queridos amigos escritores.
Hoy: mi libro de relatos El mirador de los perezosos, junto a Profundo Sur, de Juan José Téllez; Mi avión herido, de Mario Castillo del Pino, y al lado de Un cine en el Príncipe Alfonso, de Mohamed Lahchiri.
Mi novela Sombras en sepia, posando con El latido de Al-Magreb,de Pablo Martín Carbajal, y junto a No sé quién eres, de Miguel Torres López de Uralde.
Mis relatos de Una puerta pintada de azul, junto a Los lugares verdes, de Luis Salvago y a Meshi shughleck, de Alberto Mrteh.
Y mi libro de relatos Paseando por el zoco chico. Larachensemente, al lado de Cuentos de Larache, de Mohamed Sibari; El eco de la huida, de Hassan Tribak y Entre Tánger y Larache, de Mohamed Akalay.
Continúo esta serie de imágenes, pertenecientes a los títulos de mi biblioteca, en las que algunas de mis obras se muestran junto a las de otros buenos y queridos amigos escritores. Hoy: mi libro de relatos Paseando por el zoco chico, larachensemente, junto a El olivo de Larache, de Carlos Tessainer; Un largo sueño en Tánger, de nuestro añorado Antonio Lozano, y al lado de Larache a través de los textos, de Mª Dolores López Enamorado.
Mi novela La emperatriz de Tánger, posando con Amar tanta belleza, de Herminia Luque; Mar de lija, de Susana Gisbert y junto a El viajante, de Emy Luna.
Y mi novela Una sirena se ahogó en Larache, junto a Cordones pareados, de Paco Huelva; Melilla, 1936, de Luis María Cazorla; Alfa & Omega, de David Rocha, y junto a Carta blanca, de Lorenzo Silva .