Archivo de la etiqueta: Hotel España de Larache

LARACHE vista por… DRISS SAHRAOUI – Nostalgias: Plaza de España de Larache

Me pregunto cuál es la virtud de este blog que  creé sin estar muy seguro de que fuera a durar mucho tiempo. Al recibir estas últimas semanas nuevos textos escritos por Sara Fereres, Driss Sahraoui, Mohamed Bouhsina, Mercedes Dembo, Juan Manuel Fernández Gallardo, etc… para ser incorporados a él (lo que iré haciendo estos próximos días), me he dado cuenta de que ésta es su virtud: haberse convertido en un punto de encuentro, mejor dicho, de reencuentro entre paisanos, larachenses de todas las creencias que comparten un espacio común y un sentido universal de la convivencia. Así que no es poca cosa.

Hoy cuelgo un relato de Driss Sahraoui, que vuelve a su época de infancia y adolescencia, y con ello nos regala un detallado paseo por las arterias del centro de Larache, de aquel Larache que no es capaz de olvidar, y que nos redescubre a todos. Lo hace como si fuese un fotógrafo con su cámara que deambulara por los alrededores de la Plaza de España, y hace «click» en cada establecimiento, en cada tienda, en cada café, y vuelve a hacer «click» con cada nombre, con cada apellido, con cada rostro…

  Sergio Barce, junio 2012

DRISS SAHRAOUI

NOSTALGIAS

         LA PLAZA DE ESPAÑA DE LARACHE

Por Driss Sahraoui

 Para salir de la antigua medina haciéndolo necesariamente por el Zoco Chico y por la puerta de la Medina (Bab el Medina) llamada también en otros tiempos (Bab Embarra), que quiere decir la puerta de afuera porque por la noche se cerraba para los habitantes  de la medina, y también  tenia el nombre de (Bab El Jemis) porque al salir, en el lugar de la Plaza de España actual, se encontraba un gran llano desierto donde se celebraba todos los jueves el zoco semanal del Jemis que quiere decir Jueves. En este Zoco se vendía de todo: trigo, verduras, aceitunas,  ganado de toda clase a la puja y, en fin, de todo. Volvamos a la salida: franqueando el portal encontramos, a  nuestra derecha e izquierda, unas arquerías amplias y alegres, y enfrente la Plaza de España, hoy Plaza de la Libertad.

Si empezamos a visitar estas arquerías por la izquierda encontramos una librería que vendía material escolar  y de oficina, libros y revistas de toda clase -aquí he comprado yo mis primeros tebeos entonces-, el propietario era el distribuidor de toda la prensa nacional e internacional. Le ayudaba en esta tarea un marroquí muy activo al que llamaban GUTIERRES, no sé si en alusión a su patrón, y cuya tarea terminaba para él antes de las doce de la mañana. Al lado de esta librería se hallaba  un comercio de un indio muy conocido que vendía perfumes, relojes, artículos de regalo y otras cosas, junto a éste se encontraba otro indio que vendía exactamente lo mismo, además de zapatos de calidad, seguido de la Agencia de transportes interurbanos LA VALENCIANA donde se recibía a los viajeros para la venta de billetes de viaje y el depósito de  los equipajes en la consigna. Enfrente, en la calzada, paraban los autocares una hora antes de emprender la salida, el garaje estaba muy cerca, detrás, en un pasaje cerrado, sin salida, ancho y muy corto teniendo a su derecha la Comandancia de Ingenieros y en el fondo el depósito de fideos y pastas alimenticias provenientes de la fábrica de MONTERO, en Alcazarquivir, y también algunas viviendas. Pero esto ya es en  la Avenida de España. El Director- propietario de esta agencia de transportes se llamaba GARGALLO, era un hombre activo, trabajador y emprendedor, había creado unos minibuses con cabida de diez personas a los que dio el nombre de VALENCIANA LA RAPIDA con el consiguiente suplemento de precios , por la calidad y comodidad de sus viajes; estos autobuses hacían la línea Larache-Ceuta pasando por Tetuán. Al lado de esta agencia había un café, seguido de ACISA, un comercio muy importante especializado en los materiales del campo, como tractores, arados y todo lo relacionado con la agricultura. Al lado se encontraba la entrada de la Junta Municipal, a la que se accedía mediante escalera, y abarcaba toda la  parte del primer piso de este edificio.

Aquí está la salida del Zoco Chico y un gran Bucalito de un Susi que, por estar en este lugar tan neurálgico, vendía de todo: tabacos, periódicos, comestibles, bocadillos y una infinidad de artículos. Enfrente a éste, y en la misma calzada, se encontraba la parada de los autocares LA ESCAÑUELA, cuyo propietario era un hombre muy simpático, con el puro en los labios a todas horas. Sigue el Bar PUERTO RICO, propiedad de la familia ANDRADES, y al lado la famosa churrería de una familia muy apreciada y querida en Larache  y que se había integrado en las costumbres marroquíes, además de hablar  muy bien el árabe. Al lado había un comercio de confecciones y tejidos propiedad de un hebreo muy conocido y, al lado, la Casa BATA, con sus calzados de todas clases y de marca propia, algunos muy económicos. Al lado había un salón de Billar que duró mucho tiempo y por el que han pasado los jóvenes de esa época y también los menos jóvenes, luego se ha convertido en una representación de los coches MINI AUSTIN de marca inglesa, el concesionario era un tal Benyelun, un rico de Alcazarquivir cuyo hijo fue Bajà de Larache en los primeros años de la independencia. Finalmente este local se convirtió en en el actual  Café LA ESTRELLA. Aquí llegamos al final de las arquerías. Y al  seguir,  encontramos una carretera muy corta que tiene a su izquierda la parte trasera del Casino Militar y el Consulado de España y  a la derecha la consulta del Dr. FARIÑAS y el Dispensario Municipal y, al fondo, el Balcón del Atlántico. Cruzamos esta carretera y encontramos el lateral del Casino y otra carretera similar a la anterior teniendo a su derecha la entrada principal del Casino Militar; este Casino que pasó su época de gloria y donde se han celebrado grandes fiestas, casamientos y veladas de baile…  Ahí estaba siempre nuestro amigo CURRO, un simpático hebreo, que era amigo de todo el mundo,  que empezó de botones y acabó como el imprescindible administrador del Casino, fue amigo mío, igual que todos sus hermanos.

CURRO – foto retrado por Gabriela Grech

Uno de ellos, formó parte de la directiva del club de Fútbol de Larache en su mejor época. Lo encontré una vez en Ceuta, después de muchos años sin vernos, nos saludamos con un abrazo muy fuerte y empezamos a hablar, metió la mano en el bolsillo de la chaqueta y entre otros papeles saco una foto del club de fútbol de Larache, que llegó a jugar la final de la Copa del Rey, entonces Hassan II, y sin contener la emoción me dijo: <Cada vez que saco esta foto y la veo me hace recordar Larache y su gente.  ¡Lo que hemos pasado en Larache parece un sueño!> 

A la izquierda de esta calle se encontraba el Hotel Cervantes, uno de los primeros hoteles de Larache. Sin ser de la categoría del Hotel España, era muy importante en esos tiempos.  Aquí tenemos que cruzar otra carretera que es la calle de Primo de Rivera, una calle larga que pasa por El Patronato Escolar, el cementerio musulmán Sidi Alal Ben Ahmed, el Matadero, etc.. Enlazamos con la otra acera frente al mencionado Hotel Cervantes y encontramos el célebre Café LIXUS, éste era amplio y lujosamente decorado, con lámparas en el techo y  grandes espejos en la pared. Algunos domingos y días festivos estaba animado por una orquesta de música y los demás días con un pianista. Seguía al lado los Almacenes de los HERMANOS MARTÍNEZ,  un comercio muy importante, especializado en confecciones, tejidos, muebles y una infinidad de artículos de su ramo.

El Arca de Noé – izquierda tras el mostrador su dueña Dª Magdalena

Aquí encontramos otra carretera que conduce a la Plaza de Abastos. Junto a la tienda de comestibles EL ARCA DE NOE, que se  hallaba a  la izquierda y frente a  los Hermanos Martínez, estaba la parada de Taxis. Subimos de nuevo la acera y aparece el COMERCIO ESPAÑOL, similar al de los Hermanos Martínez pero menos extenso, con una gran acera enfrente donde se ponía nuestro amigo YEBILO con su carrito de helados, globitos y golosinas para los niños, era muy querido y hablaba incesantemente, pero muy simpático. Aquí tenemos que cruzar otra carretera que es la calle Duquesa de Guisa, teniendo a su derecha el Bar Selva, Mi Sastre, La Mallorquina, etc… Y encontramos el Casino de España, un lugar de recreo y ocio. El que suscribe fue socio de este Casino  durante tiempo, éste contaba con una buena biblioteca, salón de billar, otro de Ajedrez, Dominó, etc…

Aquí tenemos que cruzar de nuevo otra carretera que es la calle Chinguiti y encontramos el emblemático CAFÉ CENTRAL, teniendo enfrente una acera amplísima que le servía de terraza dando a la misma Plaza de España. Esta terraza, a pesar de su amplitud, en las noches de verano se quedaba chica. La gente se quedaba aquí hasta altas horas de la noche, tomando ese agradable fresco proveniente del Balcón del Atlántico. Este Café tenía mucha aceptación por su magnifico emplazamiento, pero la atención, el servicio y la tranquilidad hacían el resto. Como hemos visto, el diseño de la Plaza de España hacía que todas las principales calles y carreteras desembocaran en la misma y son exactamente ocho, la Puerta de la Medina incluida.

CAFÉ CENTRAL en su terraza Pepe Osuna, Mohamed Sibari y Carlos Amselem

La  Plaza de España se encontraba en el centro, rodeada de carretera por todas partes, quedando cual una isla, es de forma, digamos, elíptica y de aspecto alegre y atractivo. En el centro de la misma había a su vez una plazoleta circunferencial, a la que se accedía, mediante la subida de dos escalones encontrándose  en su centro un precioso acuario surtido con peces de color para gozo de los niños y mayores, este acuario estaba rodeado de unos asientos alicatados con unas bonitas lozas sevillanas, algunas con figuras de personajes de la letra y la cultura: Jacinto Benavente, Lope de Vega o el autor del Quijote de la Mancha. En estos asientos se sentaban niños y mayores para descansar y recrearse, sobre todo las mujeres con sus niños, para disfrutar de la tranquilidad y el ambiente reinante en este lugar. Esta plazoleta que quedaba en el centro, estaba rodeada de jardines con grandes palmeras, plantas exóticas y flores de toda clase. Contaba igualmente en todo su alrededor y en el centro con asientos también alicatados con lujosas lozas. En esta plaza se daban grandes paseos alrededor de la misma (entre nosotros nos decíamos: <vamos a la noria a sacar agua>, por la cantidad de vueltas que dábamos ahí). Los domingos después de la misa y los días festivos, se ponía  aquí una banda de música, en realidad era una verdadera orquesta dotada de toda clase de instrumentos para interpretar piezas musicales, algunas eran verdaderas sinfonías, y todo para deleite de los presentes y paseantes, dentro de una tranquilidad y seguridad impecables.

Un prestigioso abogado de nombre SARMIENTO venía todos los días a este lugar después del trabajo y antes del aperitivo, acompañado de unos amigos y portando un paquete de semillas, que arrojaba a las numerosas palomas  que venían de todas partes, en un momento dado parecía que se estaba en el Parque María Luisa de Sevilla en miniatura. Lo curioso de estas palomas es que conocían a este hombre  y sabían la hora de su llegada, si alguna vez tardaba en venir, venían ellas  aquí  a esperar a este hombre que no  faltaba nunca…

 Esta Plaza ha sido el escenario de muchas fiestas y desfiles y era el paso obligado de los desfiles militares, desfile de las carrozas de la semana de Larache, la traca final de la misma y otros eventos. Esta Plaza ha pasado su época de gloria en la que Larache vivía su máximo esplendor donde las costumbres, las religiones y  tradiciones se entremezclaban y se compartían. A esta época, yo la llamaría <la edad de oro de Larache>. No sé dónde han ido a parar esas virtudes, esa sana convivencia y esos valores cívicos  y humanos. Lo fácil que era para nosotros asimilar todo esto y lo difícil que lo es para esta generación, aunque no quiero generalizar porque por mucha destrucción que halla siempre habrá  supervivientes, y a estos nos encomendamos.                              

                                                      Por Driss Sahraoui      

 

Etiquetado , , , , , , , , , , , , , , , , , , , ,

LARACHE – ALBUM DE FOTOS 11

   Volvamos a nuestro álbum, al Larache recuperado en imágenes y a su gente inmortalizada para las futuras generaciones. Paco Selva me ha dado un buen montón de carteles y de fotos, y voy a usarlas para seguir con nuestro recorrido. En estos carteles, nombres de establecimientos y apellidos emblemáticos: Martínez, Dolón, Ulzurrun, Castiel… Descendiente de este último es Salomón Castiel, durante muchos años director del Teatro Cervantes de Málaga.

Del establecimiento “Mi Sastre” hay un curioso reclamo en un cartel anunciador del partido de fútbol entre el P.D. Larache y el Athletic de Bilbao, celebrado en el Estadio de Santa Bárbara, en septiembre de 1945, y que dice:

  “MI SASTRE comunica a su distinguida clientela que acaba de recibir toneladas de telas kakis para uniformes y trajes, a los mejores precios.

Así mismo, su tienda de tejidos de la Plaza de España, pone a disposición de las señoras las famosas <Rebecas> y un inmenso surtido de telas para la próxima temporada

Hay montones de imágenes de fútbol tomadas en nuestra ciudad, como esta vieja imagen del equipo del Maccabi de Larache, con Alberto Fereres entre sus componentes.

De fútbol es también esta otra imagen: Lama, jugador del Larache, con Jaquotot en el año 1953.

Estas fotos, creo que realizadas por E.Fereres, guardan ese aroma de las viejas imágenes en sepia…

Mientras que estas otras, siempre con el fútbol larachense como protagonista, de Ulzurrun, siguen perteneciendo a los años sepias del pasado…

Equipos hubo, y muchos, aunque lo difícil es reconocer a los que jugaban en ellos. En estas dos fotografías que siguen, Paco Selva les ha puesto nombres a muchos de los jugadores. En la primera de ellas, forman el equipo: Feliz, Defan, Pulido, Martínez, González, Vela, Puente, Ballesta, Cano, Casitas y Canales. Y en la segunda, los integrantes son: Ceballos, Gárate, Casitas, X, Lama, Varela, X, X, Facundo, Rodas y Ballesta

Los mayores suelen recordar que en el BAR SELVA se sellaban las quinielas, y que cuando acababa la jornada, se pasaban por allí para ver los resultados y comprobar si habían acertado…

Esta otra fotografía pertenece a la visita del Valencia C.F. a Larache, y posan para la cámara dos jugadores de cada equipo: Santacatalina y Bozambo.

Mientras que en esta imagen, tres jugadores del equipo del barrio de Las Navas de Larache: Rafa, Julio Osuna y Audu.

Otros establecimientos que podían encontrarse en Larache, hace ya muchos años: Almacenes Balaguer y el depósito de harinas y comestibles de Dris Ben Ham-má Ben Abdel-lah.

Ahora, un poco de color. El color azul del Lukus, el color azul de nuestro cielo, una explosión de vida, de luminosidad. Y el verde de Rakada. Y el blanco de las casas. ¿No es Larache una hermosura? Desde donde la miremos, como si fuera una mujer que caminara por la orilla del mar, esbelta, sensual, imposible no mirarla.

Larache, cansada, herida, también es una vieja dama que aguardar un milagro. Está tan cansada que sus paredes rezuman el aliento de la desesperanza, pero se mantiene erguida, altiva, intemporal. Resiste. Y quizá los versos de la poetisa Trina Mercader lo digan mejor que yo.

A Larache – un poema de Trina Mercader

Aún quedas, aún estás

Manteniendo la yerba

Diminuta del arco;

La bugambilia espesa de los muros,

Lo sombrío del párpado.

 

Aún quedas, aún estás

Conmigo, en pie, vencida

Vencedora del tránsito.

Aún sostienes, alientas

Tu pared de cansancio.

 

La herrumbre reverdece

Tu cal, por donde el llanto

Resbala, detenido

Sobre el último tramo.

 

Aún quedas, aún estás

Con tu jazmín crispado:

Aroma que retiene

Desesperadamente

Mejillas, ojos, labios.

Medina de Larache

No hace mucho, en Madrid, estuvimos en casa de Victor Morales después de una actividad relacionada con Larache, y ahí estábamos varios larachenses: Ange Ramírez, Abdellah Serrouhk Bentaber, Sergio Barce y Mohamed Chouirdi. Unidos por una misma ciudad, unidos por unos mismos sentimientos.

Pero yo vuelvo al azul de nuestra tierra, que es el azul del zafiro, el azul aguamarina y el azul profundo del mar y del río, el azul que ilumina de tal forma que te hace sonreír porque parece que la vida refulge de forma diferente… Ahí van Lola y María, cruzando el Lukus en barca, y no disimulan su alegría. Azul y dos sonrisas larachenses.

Y cruzando el mismo azul, Cristóbal Ramírez, un buen remero, bogando camino del embarcadero, seguramente rememorando su niñez en las calles de Larache cada vez que el remo se hundía en sus aguas…

Hay otro azul, el de las ventanas, el de las puertas… Larache, blanco y azul, siempre. En el Mercado Central, siempre el azul perfilando los contornos de las ventanas, de los puestos… Embozados por el arte nazarí del bello mercado, dos personas muy queridas: Charito y Hassan. Ella se ha partido el alma por sacar a muchos niños de las garras de la miseria, y él, un chaval limpio de corazón, que se hace querer por todos por su sencillez y amabilidad.

Y con la explosión de los colores de Larache, la música. Durante las jornadas que se organizaron estos años pasados, compartimos momentos memorables. Aquí estábamos con Ahmed Guennouni escuchando la buena música de Jamal Iwardiyyi, uno de los cantautores larachenses más interesantes, al que merece la pena escuchar.

Si hay un lugar en el que uno es bien recibido es en la casa de Abdeslam Akhrif. Él es un anfitrión excepcional. Casi siempre terminábamos los actos organizados en verano en su casa, y allí se armaba la jarana. Ahí está Abdeslam bailando con mi hermana Sandra y Mamen al son de la música que resonaba en su casa, rodeado de larachenses que nos reencontrábamos de nuevo.

Y vuelta a las estampas del pasado más lejano… En estas tres imágenes: el Colegio de los Maristas, un edificio precioso desaparecido y sustituido por el desastroso edificio Garnati. La segunda fotografía es del Colegio Santa Isabel en el que estudié antes de pasar a los Maristas; en la foto, no sé de qué año, aparece la directora de entonces Dª Patrocinio Díaz, con las señoritas Luisa y Paula, y entre los alumnos Carmelo, Luis Morcillo, Selma, Paco Selva, Company, TorresEsperanza Manso Osuna se ha reconocido en esa foto, es la 3ª de la 3ª fila empezando por abajo y por la derecha. Mientras que la tercera foto corresponde a un partido de balonmano durante las fiestas del Colegio de los Maristas, en el equipo: Abdelkader, Larbi, Abdelrrasak, Sanz, Blanco, Paco Selva, X , Valero, Miguel Ponce, Solano, Fulgencio, Martínez, Úbeda y Morcillo.

Sin salirnos de los Maristas, dos grupos de alumnos. En la primera foto: Juan M. Sanz, Paco Selva, Eufrasio Guevara, Souza, José Miguel, Jose Luis Pastrana, Ernesto Acuña, Antonio Sánchez, César Garijo, Fernández Ponce, Miguel Boscá, Magaña, Otero, Fernando Arciniega y Enrique García Gil. Y la segunda imagen corresponde al curso de Abdelkader, Abdelrrasak, X, Paco Selva, Abdellatif, Blanco, Torres, Pastrana, Bendito, Sanz, X , X , Acuña, Larbi, Mario Alcuerda, X , César, Antonio Sánchez, Quique Gil, Posse, X , Magaña, Miguel Boscá, Arciniega y Otero.

Otro viaje de regreso a través de las fotografías para reencontrar nombres, rostros, calles… Y si volvemos físicamente a Larache, el Hotel España sigue siendo uno de los establecimientos emblemáticos, que ahora regenta Scheherezade, que le ha dado un nuevo aire reformando las habitaciones, con zona wifi incluida, pero sin perder el sabor del viejo hotel de siempre.

Y si volvemos físicamente, cómo no bajar hasta el Balcón…

Tal vez vayamos con paso lento y cansino, quizá con el pesado bagaje de toda una vida a nuestras espaldas, pero aunque caminemos como este paisano, abrumados por los años que pasaron tan rápidamente, ese océano zalamero nos aguarda de nuevo, con el reflejo de tantos recuerdos flotando en sus aguas encrespadas, removiendo así la memoria, recobrando nuestros tesoros perdidos. Cómo no bajar al Balcón y recuperarlos, una vez más, tal vez para siempre.

Sergio Barce, marzo 2012

Etiquetado , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , ,

Periódico LARACHE – años 60

MARI CARMEN COLUMÉ me ha enviado estas páginas del periódico LARACHE. El primero es la Guía de la Ciudad en Agosto de 1966, en el segundo podemos leer el anuncio de su inminente boda.

 

Mari Carmen Columé en la fuente situada junto a la Estación de la Guagua

 

Seguro que estas páginas traerán muchos recuerdos a muchos larachenses.

Etiquetado , , , , , , ,