Os recuerdo que este próximo día 12 de abril, a las 19.30 horas, presentaremos mi libro El mirador de los perezosos (Ediciones del Genal), que ha obtenido el Premio Andalucía de la Crítica, en el apartado de libro de relatos. Será en la Biblioteca Pública del Estado en Ceuta, donde estaré acompañado de su director, José Antonio Alarcón, y de Ramón Tarrío.
Aprovecho para informaros que el 28 de abril, dentro del programa de la Feria del Libro de Málaga, firmaré en la Caseta de la Librería Proteo.
Y el día 29 de abril, estaré en la Feria del Libro de Granada, donde, junto a Farid Othman-Bentria Ramos, presentaremos el libro en la Sala El Corte Inglés, y firmaré ejemplares en la caseta de la Librería Balqís.
El próximo día 12 de abril, a las 19.30 horas, presentaremos mi libro El mirador de los perezosos (Ediciones del Genal) en la Biblioteca Pública del Estado en Ceuta, donde estaré acompañado de su director, José Antonio Alarcón, y de Ramón Tarrío.
Y el día 29 de abril, estaré en la Feria del Libro de Granada, donde, junto a Farid Othman-Bentria Ramos, presentaremos el libro en la Sala El Corte Inglés, y firmaré ejemplares en la caseta de la Librería Balqís.
El jueves pasado, 15 de diciembre, llegaba a la estación de tren María Zambrano, de Málaga, en el AVE Valencia-Málaga, que es un trayecto que se hace largo porque hay un transbordo en Madrid que se demora casi una hora. Regresaba de la presentación en Valencia de mi libro El mirador de los perezosos. El día antes, Alberto Mrteh, que se encontraba en Granada presentando también su libro Meshi Shughlek, me envió un whatsapp para anunciarme que iría de paso por Málaga y que, junto a Miguel Ángel Moreta-Lara, me esperaría en la estación para vernos. Y así fue.
Cuando salí del andén, me los encontré esperándome. Es agradable que te reciban en la estación cuando llegas de un viaje. Solo faltó la música de fondo de la película Love actually. Nos abrazamos, y me presentaron a Salvador Peña, que también estaba allí. Buscamos un bar cercano y nos pusimos a conversar animadamente.
Albero estaba excitadísimo porque deseaba darnos dos buenas noticias, que celebramos con risas. Luego, sacó primero un ejemplar de mi libro El mirador de los perezosos, para que se lo dedicara. Aguardo con impaciencia sus impresiones cuando acabe su lectura. A continuación, extrajo de su bolsa de viaje otro libro: Las mil y una noches, que Salvador Peña había traducido del árabe, y que se considera una de las mejores traducciones que se han hecho al español. Pero la que traía Alberto era de otra editorial. Cuando les comenté que la versión que he leído es la edición de René R. Khawam, me confirmaron Miguel Ángel y Salvador que no era precisamente de las mejores versiones. Así que he de dar con la que tradujo Salvador Peña, aunque parece que es difícil de encontrar ya.
Nos contó Salvador que tardó ocho meses en traducir el mítico libro con los cuentos de Scheherezade y que lo dejó exhausto, pero que, sin embargo, al poco tiempo, echaba de menos no seguir traduciendo esas historias. También nos dijo que la traducción exacta del título original es el de Las mil una noches, y no Las mil y una noches, porque el significado es muy distinto, y es verdad.
Hablamos también de mi presentación en Valencia y Alberto de la suya en Granada. Tenemos pendiente hacer una juntos. Entonces Miguel Ángel Moreta-Lara, siempre tan espléndido, me deslizó una bolsa, regalándome los tres primeros números de la Revista Marroquí de Estudios Hispánicos, y un par de libros más relacionados con el hispanismo marroquí. Alberto, por su parte, nos repartió a cada uno de nosotros una manopla o kessa típica de las que se utilizan en el hamman marroquí para exfoliar la piel. Volvimos a reír cuando recordé que Miguel Ángel estaba allí porque, siendo uno de los personajes de mi libro El mirador de los perezosos, se había escapado del interior del relato para acudir a esta cita.
Cuando acabamos las cervezas, habíamos resumido en una hora un sinfín de historias, como si Las mil una noches nos hubiera contagiado. Nos despedimos y regresé a casa con la sensación de que soy un tipo privilegiado. Había viajado a Valencia, donde varios buenos amigos me habían acompañado y arropado en la presentación, y al regresar otros amigos me esperaban para darme la bienvenida y me hacían regalos imprevistos. Pensé que la Navidad se había adelantado.
Sergio Barce, 17 de diciembre de 2022
ALBERTO MRTEH, SERGIO BARCE, MIGUEL ÁNGEL MORETA-LARA Y SALVADOR PEÑA