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LARACHE – ALBUM DE FOTOS 8

El álbum crece, y crece increíblemente. Página octava, y seguimos paseando por las calles que fueron y por las que son, por el pasado y por el presente de Larache… Estamos en la Plaza de España, hoy Plaza de la Liberación, y la vemos a través de la cámara de RicardoBarceló:

Los largos paseos por la calle Chinguiti, por la plaza de España, por el Balcón… Los fines de semana siguen siendo iguales en Larache: llega el viernes y al atardecer comienza a salir la gente y las calles se abarrotan de paseantes, ahora por la avenida Hassan II, por la plaza de la Liberación, por el Balcón… Los mismos lugares, casi los mismos nombres. Una tradición que llena de voces y de vida a la ciudad. Aquí pasean Pepe Edery, Fernando Galeote y Joaquín García Camúñez por la Plaza de España.

En las siguientes fotografías se reconocen a: En la primera a Marisa Alguacil, que cuando venía a mi casa yo me quedaba prendado de sus ojos, con sus padres Luisa y Antonio y sus hermanos. En la segunta estampa: mi padre Antonio Barce con Mauricio Matamala, mi madre Maru Gallardo y Chirri. Y en la última: Nini, Emilio Morales, María y mis padres.

León Cohen me está enviando algunas fotografías increíblemente bellas, como ésta, en la que vemos a su padre Jacob Cohen en Aisa, es una imagen de un blanco y negro espectacular, casi un fotograma de cine.

Y hay montones de fotografías de amigos en fiestas, en comidas, en celebraciones. Esta no sé exactamente dónde estaría tomada, pero en ella aparecen:  Carrasco, L.Torres, Luis Vázquez, J.Torres, Paquito Osuna, Luisón y Julio Osuna.

Y en uno de los bares de Larache, compartiendo unas copas: Pepe Jurado, Pepe Rubio y Joaquin Marina. Señala Pepe Jurado que la imagen se tomó en el bar de la Unión Española <Pepe Rubio vive en Córdoba, Joaquin Marina en Pibrac (Francia) y él en Málaga>.

Mientras que en las tres siguientes fotografía vemos una comilona de trabajo en la primera, a la que asistían, entre otros: Macías, Antonio Barce, Simón, Juan Vargas, Luis González… En la segunda: Carlos Navas, Galeote, Guardia y Fuentes. Y en la tercera: Carmela Barce, Expectativo, Juan Manuel y Conchita.

Esta es una fotografía que hice con mucho cariño porque en ella retraté a tres personas que quiero mucho, tres larachenses muy especiales: Angeles Ramírez, Fatima el Bouthoury y Mohamed Sibari. Fue en el balcón de la casa de Sibari, frente al mar, junto al Mercado.

En las siguientes, otros larachenses que me parecen excepcionales: Larbi Setti, siempre peleando con su asociación tratando de hacer un buen trabajo en la ciudad.

Y Mohamed Khamouch (abajo), una persona divertidísima, fascinante, que hace proyectos alucinantes con edificios para mezquitas o que escribe sobre artes marciales o te habla de la antigua China… Un paisano al que merece la pena conocer.

Lo mismo hay que decir de Abdelkader Sbiti, comprometido con el medio ambiente, actuando siempre que hace falta por el bien y la preservación del patrimonio de Larache.

Abdelkader Sbiti

Y la suerte que tengo de conocerlos a todos. Es que hay una gente tan fabulosa en Larache…

Larache

En 1981, un paisano, Antonio Rebollo Bessieres, publica en Larache, a través de la Editorial Cremades, «Nocturno para un amanecer«, y en él hay un emocionante poema que dice así:

Larache no es mi ciudad
es un trozo de mi alma
que camina junto al mar.
Mi cantar no es un cantar
cuando le canto a Larache
porque se rompe mi voz
ante esta belleza tan grande.
Tengo celos del río Lukus
porque te abraza incesante,
y del sol, porque te mira
cuando se muere la tarde.
Y yo
¿Por qué me siento Larache ?

Mi corazón se ha perdido
y lo busco entre las calles
entre tu gente, que adoro,
y hasta en tu brisa suave.
Y yo
¿Por qué me siento Larache ?

El mar que besa tu playa
tiene miedo de rozarte
y por eso te acaricia
como si fuese tu amante.
Y yo
¿Por qué me siento Larache ?

Siempre estarás en mi mente
aunque no pueda mirarte,
yo estaré siempre contigo
porque yo
yo soy Larache.

Larache no es mi ciudad
es un trozo de mi alma
que camina junto al mar.

Es un poema sencillo, pero emocionante. Supongo que sólo los que son de aquí pueden sentir su fuerza, su magnetismo interior, porque se es de donde se es, y ser de Larache te hace vibrar con la idea de que yo, yo soy Larache, de que es un trozo de tu propio alma.

En la foto anterior,otro de los lugares imborrables de Larache: los Viveros. Y en ella se ve a tres amigos cruzarlo: Lele, Carlos y Chami.

Pero es cruzar el río Lukus lo que nos hace rememorar tantos recuerdos… Ya hay en el álbum algunas fotografías del rito de pasar a la otra banda, hoy traigo dos más. Esta primera retrata a la familia Cohen cruzando el río…

Y en esta otra es un grupo de amigos el que realiza la pequeña pero preciosa travesía de las escalinatas a la otra banda, notando la brisa, oliendo el salitre, dejándose mecer por el leve oleaje, sin perder de vista al barquero que rema con los pies desnudos, hundiendo los remos y bogando… En la barca vemos a Joaquín García Camúñez, Columé, Vicente Pro, Daniel Calbo, Joaquin de la Vega

Incluso la Feria en Larache era otro acontecimiento festivo de gran raigambre. En esta foto, vemos a las hermanas Coloma Parodi precisamente disfrutando de la Feria de Larache…

Carlos Galea también me envió hace un tiempo algunas fotografías muy interesantes. En el siguiente grupo de imágenes posan, en la primera: África y Carlos Galea en el Baile de la Unión. En la segunda, el reemplazo de los años 56 y 57 con Carlos Galea, Jurado, mi padre (Antonio Barce), Manolo Moya, Rojas, Diego y Pepe Alberca. Y en la tercera imagen, el equipo de fútbol de Banca. Esperanza Manso Osuna me señala que la chica que se encuentra en medio del equipo es Lolita Mula, que se casó con su tío Julio Osuna.

Pasan los años, y creo que en el patio del Colegio de los Maristas, asistimos a alguna representación de los alumnos, quizá alguna obra de teatro o a  la entrega de algún premio… Y ahí estamos: Sergio Barce, César, Antonio Velasco, Alfonso Santamría, Gil Benedito, señorita Tere, Caravaca… Si alguien reconoce a alguien más… Pues sí, Javi Lobo me recuerda que a la derecha de Caravaca está Manolo Escalona, cierto, y añade que cree que está él mismo, la pregunta es: ¿dónde está Javi? Y Luis Peral cree que la chica con gafas y con el abrigo claro es Angelina Luna.

Y pasamos página, hasta que llegue la siguiente, con Larache siempre de fondo…


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El CINE IDEAL de LARACHE ya sólo existe en nuestro recuerdo

Hace unos días, Fátima el Bouhtoury me pidió que le enviara alguna información sobre quiénes construyeron la Plaza de España, aquélla que todos tenemos en mente, aquélla belleza de mosaicos con grabados de El Quijote, aquélla rodeada de palmeras, aquélla que atraía a los niños, que nos atraía a los niños, porque allí podíamos ver peces de colores…

Tres larachenses muy cercanos a mí: Ange Ramírez, Fátima el Bouhtoury & Mohamed Sibari

Se me ocurrió bucear en el magnífico libro “Larache. Evolución urbana”, editada en 2001 por la Consejería de Obras Públicas y Transportes y la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, dirigida por Pedro Campos Jara y Guillermo Duclos Bautista. Y entre su rica información, le facilité los siguientes datos:

“…se construye en 1917 el edificio modernista del Matadero, y ya en 1914 se habían iniciado las gestiones para construir el Hospital Civil. De este último edificio se realizaron varios proyectos sobre diferentes localizaciones, comenzando en 1914 el ingeniero Antonio Álvarez y Redondo por un lado, y el arquitecto Carlos Ovilo por otro, proyectando este último el mismo edificio tanto para Larache como par Tetuán. Finalmente, no se llevó a cabo ninguno por una u otra razón hasta que en la década posterior se redactara el definitivo por parte de José de Larrucea sobre el Castillo de San Antonio, hoy conocido como Castillo Lakbibat. En 1920 estaba en obras el grupo escolar España, actual colegio Imam Malek, primer centro escolar de Larache.

(…) A comienzos de la década de 1920, (…) es la época de construcción, como hemos dicho, de la Plaza de España, derribándose para ello parte de las murallas y el antiguo revellín del siglo XVII que defendía la puerta del Campo…

plaza de españa – foto de Ricardo Barceló

(…) En el año 1926, se reactivaron las obras de pavimentación de la plaza de España, comenzadas años antes bajo la dirección del ingeniero municipal Urzáiz, alrededor de la cuál se situaban los recientemente construidos edificios de viviendas que la circundaban, característicos por su arquitectura tradicional incorporadota de varios estilos que van a aunar en muchos casos la tradición hispanoárabe… (…) Es el periodo de ejecución de las infraestructuras urbanas, recogidas por el ingeniero Montalbán en su plano de Larache de 1927.

…El ingeniero Pascual Aragonés proyecta el puente sobre el Lukus en 1925 y las mejoras del puerto en 1927.

José de Larrucea proyecta el edificio de Obras Públicas y Construcciones, hoy Baladiya, de 1928; y también proyectó el edificio para Colonización y Turismo y el de Correos y Telégrafos, también en 1928.

En 1929-30, Larrucea proyectó la escuela Hispano-Israelita, sobre un fondac cercano al puerto, la actual escuela Ibn Hazm.

Urzáiz hace el proyecto para poner en funcionamiento el Mercado de Abastos, y lo ejecuta Blas Bustamante.

La Iglesia del Pilar, iniciada en 1927 y terminada en 1931, fue proyectada por los arquitectos Bergamín y Blanco, Larrucea fue el director de las obras.

Muchos de estos edificios fueron levantados por construcciones Rossel, que en aquella época era la principal empresa constructora que actuaba en Larache.

Cine Ideal

A partir de los años 30, es significativo en Larache la construcción de edificios en los que se advierte la incorporación de conceptos y estilos arquitectónicos reveladores de las vanguardias europeas del momento. Entre ellos, podemos destacar el racionalismo del Cine Ideal, los tintes expresionistas del actual Consulado de España, viviendas particulares, individuales o agrupadas en conjuntos, que recogen temas compositivos tradicionales sobre esquemas racionalistas ágiles y sencillos, todo ello dando origen a un patrimonio edificado de gran homogeneidad. Igualmente, ocasionado por el notable aumento de la población, se llevaron a cabo construcciones de viviendas sociales, casas baratas, destinadas a musulmanes, a españoles o mixtas, destacando las situadas a ambos lados de la carretera a Alcazarquivir. Es también época de obras de ampliación del puerto, llevadas a cabo por Gil Delgado en 1934…

Plaza de España

(…) y se dice de la Plaza de la Liberación: “Construida en el Primer período 1922-1927. Espacio urbano de especial relevancia en la ciudad, quizá el de mejor factura en todo el protectorado español. Se trata de espacio elíptico, elemento de conexión con la ciudad antigua, y desde el cual partirán de forma radial las vías urbanas que formalizarán la ciudad del siglo XX. Trabajaron en las obras los ingenieros municipales José Gutiérrez y León Urzáiz.”

¿Cuál es la conclusión inicial de estos comentarios de los arquitectos que escribieron este libro? Es evidente: la riqueza arquitectónica de Larache. Y este libro, además, detalla exhaustivamente todos los inmuebles que deben ser protegidos como patrimonio de la ciudad.

Pero lo que más llama la atención de este libro, sin duda una pieza fundamental para conocer la idiosincrasia de Larache, es que en el mismo se hace constar la colaboración del Consejo Municipal de Larache, y en el propio prólogo, el Alcalde Presidente de ese momento, Sr.Hssissen escribió:

“…La realización del trabajo que ahora se publica se considera un documento de gran importancia que expresa una voluntad real de devolver a las Medinas antiguas el valor que merecen y contribuye a recuperar el valor de los monumentos hispano-moriscos que tanto abundan en la ciudad de Larache.”

Digo que este comentario llama la atención porque, un par de años después de publicarse este libro, y de que se recoja en él, entre otros muchos, a los edificios del Cine Ideal y del Coliseo María Cristina como ejemplos de inmuebles excepcionales, catalogados como patrimonio histórico de la ciudad, el Consejo Municipal aprobó el derribo de ambos para ser sustituidos por verdaderas barbaridades arquitectónicas. Y como estos dos bellos edificios hurtados a la población larachense, han continuado su mismo destino otros muchos más, menoscabando así el legado cultural de las nuevas generaciones.

En el último cuento de mi libro “Última noticias de Larache” (Aljaima, 2004), que llevaba precisamente el título del libro y, entre paréntesis, “Por última vez, el Ideal”, relataba cómo viví el momento en el que el Cine Ideal comenzó a ser derribado. El fragmento del cuento dice así:

 “A principios de marzo de 2003, llego a Larache para dejar material escolar en el Centro Alcántara, una ONG cultural instalada en las brumas de la antigua Jukureka, y me encuentro con un sucio grupo de albañiles que golpea despiadadamente los muros del Cine Ideal. Los hacen con martillazos lacerantes e imperdonables, aunque lo peor de la escena es su desgana, la desidia con la que ejecutan su trabajo esos verdugos mercenarios.

En mi anterior viaje, el edificio del Cine Ideal se mantenía a flote como un viejo mercante embarrancado que agonizara abandonado por su tripulación. Ahora, se había dado orden de hundirlo definitivamente.

Contemplo la escena desde la puerta del patio de la iglesia del Pilar, con un amargo sabor a desaliento en la boca y una triste desazón asomando a los ojos. Me trago las lágrimas de tantos recuerdos y me limito a escuchar cada uno de los golpes, secos, ásperos, como si fuesen disparos al aire. Me conmueve la tristeza de sus ventanas de ojo de buey, la terca resistencia de sus paredes que se enfrentan con brío a los miserables martillazos. Pero es un esfuerzo baldío, inútil y derrotado.

La gente que camina por la Avenida Hassan II apenas se molesta en echarle un vistazo, como si no significara nada para ellos. Probablemente es así. Pocos de esos transeúntes saben que esa calle se llamó en un tiempo Chinguiti y que, a lo largo de ella, las parejas de novios paseaban los domingos arriba y abajo hasta que tenían la oportunidad de meterse en la sala oscura de ese cine. Desgraciadamente, como también ocurre en Tetuán y en Tánger, la mayor parte de la población actual de Larache es foránea y apenas sabe nada de su pequeña historia.

(…)  Vuelvo a pensar en la agonía del Cine Ideal, en que ya no existirá más que en nuestra memoria, en que algo de nuestras vidas morirá con su desaparición…”

 Sergio Barce

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