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VALENCIA – 24 DE MARZO – PRESENTACIÓN DE «POR AMOR AL ARTE», LIBRO DE RELATOS DE LA GENERACIÓN BIBLIOCAFÉ

Nuevo acto de promoción y presentación de los 28 relatos que conforman el libro Por amor al arte (Jam Ediciones – Generación BiblioCafé – Valencia, 2014), esta vez en Valencia. Mi cuento La Venus de Tetuán es mi aportación a este libro.

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«LA VENUS DE TETUÁN» RELATO DE SERGIO BARCE, SEGÚN CELIA CORRONS

Mañana sábado, 29 de Noviembre, en la Librería Proteo, de Málaga, a las 12:00 horas, presento junto a la escritora Herminia Luque Por amor al arte, libro de relatos de 28 autores. Mi cuento La Venus de Tetuán se incluye en esta preciosa publicación de Jam Ediciones / GB.

Y aprovechando que Celia Corrons ha escrito una breve reseña de mi cuento, la traigo al blog para invitaros a que acudáis al acto de mañana.

LA VENUS DEL ESPEJO

En Por Amor al Arte de Generación Bibliocafé, se siguen descubriendo hallazgos como este.

Rozar la perfección está reservado a pocos genios, como Velázquez que representa a través de sus cuadros la excelencia del arte. Uno de sus secretos es pintar de verde la piel de sus retratados y sobre este color aplicar otros matices que esconden el original sempiterno.
La Venus del Espejo es el reclamo en el que ha reparado Sergio Barce para construir su relato, una joya, y uno de los pocos desnudos del Siglo de Oro Español.
Cuando se contempla reiteradamente la pintura de un gran maestro como lo hace el protagonista de La Venus de Tetuán, es porque la obra esconde matices a primera vista inapreciables, que se manifiestan en cada mirada, en cada observación, y se avanza hacia la satisfacción plena al descubrir los rasgos que desnudan el enigma.
Su personaje, Rivanera, contempla la obra del pintor barroco cada jornada a la que asiste como un ritual para hallar claves que consoliden su futura obra.

Barce muestra su diseño para disfrutar desde la primera línea. Destacar las capacidades de su prosa no requiere ningún esfuerzo añadido. No hay nada oculto, es más, el lector cabalga sobre las líneas con una cadencia que le propicia avidez y le transporta junto a los tres protagonistas a conocer el pasado en un estudio de Tetuán, un recuerdo que enciende la memoria y emociona el volver a aquellos años sobre los que se sustentan los mejores días de su vida.

El lector se siente arrastrado por las pinceladas del autor. Algunas son largas, otras cortas, también las hay sonoras y silenciosas, todas, absolutamente todas, muestran la habilidad de poseer un lenguaje propio cargado de sinestesia poética que subyuga hasta el más advenedizo.

Una historia tan bien construida que merece ser continuada. Atrapados quedamos, Sergio Barce.

Celia Corrons

http://turnodetinta.wordpress.com/

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MÁLAGA – 29 DE NOVIEMBRE – PRESENTACIÓN DE «POR AMOR AL ARTE» UN LIBRO DE LA GENERACION BIBLIOCAFÉ

LA VENUS DE TETUÁN

de Sergio Barce

Llevaba años sin saber nada de él, y cuando recibió la llamada de Jadiya no supo negarse a ir. Pero de aquel trabajo en Tetuán recordaba muy a menudo los apacibles días, las largas sesiones en el estudio, las playas de Martil, los paseos hasta la plaza del Feddan, los valses embriagando las estancias, a veces, incluso, lo que nunca ocurrió. No podía hacer demasiadas conjeturas porque todo le parecía inesperado y extraño, y, sin embargo, cómo eludir esa cita, cómo despreciar la última voluntad de un hombre como Rivanera. Sin embargo, seguía sin comprender por qué al final se había acordado de ella.

Mientras el taxi, un viejo modelo Mercedes de los setenta, avanzaba por la carretera, un calor húmedo y cansado la acompañó durante la mayor parte del trayecto hasta Tetuán…

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Este sábado, 29 de Noviembre, a las 12:oo h., en la Librería Proteo de Málaga, presentamos el nuevo libro de relatos de la Generación Bibliocafé Por amor al arte (Jam Ediciones, Valencia, 2014), en el que se incluye mi relato

La Venus de Tetuán.

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  Los autores de

POR AMOR
AL ARTE

Elena Casero · Susi Bonilla Hernández · Benjamín Blanch
Franz Kelle · Gonzalo Muro · María Tordera · Isabel Barceló
Fuensanta Niñirola · Herminia Luque · Javier Lacomba
Felicidad Batista · Josep Asensi · Alina Especies
Isabel Muñoz Valenzuela · José Luis Rodríguez-Núñez
Rosa Pastor · Sergio Barce · Dolores Gracía · Antonio Briones
María Isabel Peral del Valle · José Luis Sandín
Inmaculada López Arce · Victor San Juan · Rafa Sastre
Alicia Muñoz Alabau · Mario Reyes · Mauro Guillén · Anna Asensi

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«EL REINO DEL PAN BLANCO COMO LA NIEVE», UN RELATO DE HERMINIA LUQUE

Otra vez la Generación BiblioCafé. Me gusta descubrir poco a poco a los compañeros que forman parte de este grupo con el que Mauro Guillén está haciendo juegos de magia, y algo de malabarismo.
Hoy voy a hablar de Herminia Luque, que es, de todos los integrantes de la GB, la que más cerca vive de mí. Ella en Rincón de la Victoria, yo en Torremolinos, y en medio tenemos Málaga, que es como el ombligo de la carretera de la costa.

SesionContinuaPortada
Coincidimos ya en dos de los volúmenes publicados por Jam Ediciones: Sesión continua y Por amor al arte. En el primero se incluye su cuento La vida es bella. Me resultó simpático, porque es un ejercicio de divertimento puro y simple: escribir un relato en el que en casi todas las frases hay un título de película. Parece fácil, pero no lo es si, a la vez, se quiere contar una historia que tenga sustancia. Herminia lo consigue, y además hace sonreír con este trabajo de puzzle cinematográfico.
En Por amor al arte compartimos otro tipo de relatos. Quiero pensar que mejores narraciones, porque, a cada reto, tratamos de superarnos. El mío se titula La Venus de Tetuán, el suyo Retrato de dos hermanas. No pueden ser más distintos, pero nos une en ellos un fino hilo: Marruecos, aunque sea cogido por los pelos… Tu cuento me recuerda la Juanita Narboni de Ángel Vázquez, le escribo a Herminia, y ella me responde que se alegra de que me haya dado cuenta de que le apasiona la Narboni. No dejas respirar, le explico, es un relato fantástico. Ella me responde que también le ha gustado mi cuento, que recreo muy bien ese ambiente que tan bien conozco. Se refiere a Marruecos, claro.

POR AMOR AL ARTE - portada
Pero es verdad que su relato está magníficamente estructurado, con esa manera de describir sin pausa, como si el tiempo corriera en contra. Me parece el texto de una narradora excelsa.
Fragmento de Retrato de dos hermanas:

(…) …inicua pecadora, pecatriz, mezcla de pecadora y consumada actriz, tantos años guardándoselo, pero al fin se sabe todo, hoy tenía que ser veintitantos años después, no, no me la da con queso, cómo no voy a reconocerlo yo, acaso no he vivido toda la vida con ella, no la he cuidado, de chica, de grande, estando enferma, hasta cuando no se daba cuenta, en el baño, por ejemplo, cuando se bañaba en la tina colorada de niña y luego ya de jovencita cuando se daba esos baños tan largos, qué impudor, lo que estaría pensando mientras se pasaba por los pechos la esponja y se le quedaba allí la espuma como unas flores de almendro, el centro de las corolas color de rosa, las horas muertas se hubiera pasado en el agua si yo no hubiera aporreado la puerta harta ya de mirar por la cerradura, ella sin alterarse lo más mínimo, erguida frente al espejo y secándose con las toallas de hilo, las buenas siempre, las ásperas no, pero quién me lo iba a decir que ese cuerpo de pagana me lo iba a encontrar hoy en ese cuadro… (…)

Los dos andamos ahora tratando de organizar la presentación de Por amor al arte en Málaga, para finales de este mes. Esto es un anuncio subliminal, no sé si dan cuenta, pero ya avisaremos de lugar, día y hora…
Herminia Luque me ha enviado su cuento El Reino del Pan Blanco como la Nieve para poder hablar de su obra narrativa, de presentarla en mi blog. Es un relato con el que ganó en 2010 un premio en el certamen “Pilar Paz Pasamar” del Ayuntamiento de Jerez de la Frontera.

HERMINIA LUQUE durante a presentación de la Generación BiblioCafé en Madrid

HERMINIA LUQUE durante a presentación de la Generación BiblioCafé en Madrid

A Herminia le gustan los relatos de mujeres de otros tiempos. Lo noto en estos dos cuentos: el de Retrato de dos hermanas y en este de El Reino del Pan Blanco como la Nieve. Tiene ese poso amargo que los entrelaza, pero son diametralmente opuestos en su manera de estar contados. Uno es febril y sincopado, esto otro es triste y emotivo. La historia es de una simpleza descarnada, pero Herminia Luque la enfunda con la ternura del dolor y con una pátina de melancolía abrumadora. La memoria, los recuerdos que regresan por un detalle aparentemente nimio… Un relato bello y conmovedor.
Leer a Herminia Luque es entrar en un universo personal y tornasolado, de tiempos en los que la venganza más execrable y vil convertía a mujeres admirables en tristes sombras de sí mismas, y es el fulgor de su narrativa el que se introduce por las rendijas del pasado para rescatar fugazmente los recuerdos que se van perdiendo irremediablemente.
                                   

Sergio Barce, noviembre 2014

El Reino del Pan Blanco como la Nieve

No, no quería el pan. Había comido algo de eso que parecía pescado, aunque tenía forma de barritas, todas iguales. Y un poco de sopa. Lo que no se había atrevido a probar era esa masa, transparente y roja, que se mecía en el plato como un corazón vivo.

La mujer de las piernas delgadas insistía –era terca como una mula:

-Tome un poco de pan. El médico le dijo…
Eso la enfureció. El médico. Qué médico. Don Braulio nunca le había dicho eso. Arrojó el pan al suelo. La mujer torció el gesto:
-No puede seguir así, sin comer prácticamente nada.
La interpeló de nuevo:
-¿Quiere que le haga una tortilla?
Por toda respuesta apartó la bandeja, despejando una parte la superficie de la mesa camilla. Luego se retrepó en el sillón orejero.
-Está bien, duerma un poco –refunfuñó la mujer.- Por lo menos así no consume calorías –dijo como para sí.
Ella sólo quería descansar. Un cansancio inmenso le barrenaba el cuerpo, se le incrustaba hasta la médula de los huesos. Con el calor del brasero eléctrico pronto se apoderó de ella una agradable modorra. Cerró los ojos. Ya no estaba en casa de esa señorita que la conminaba a todas horas para que se tragase toda aquella comida. Y sin embargo ella estaba sumamente delgada: llevaba unos pantalones negros tan ceñidos que le hacían unas patitas como de mosca. Ahora camina con presteza por la cuesta que lleva a casa de su abuela, detrás de los naranjos. Le gusta ir a casa de su abuela Encarnación porque le da de merendar. Y siempre le cuenta un cuento. El de los siete cabritillos, tan tontos y que no escarmentaban nunca. El de Estrellita y su moco de pavo, que le crece en la frente. El del Enano Saltarín, con su canción incluida. Aunque el que más le gusta es el del Reino del Pan Blanco como la Nieve.
Mira el pelo blanco de su abuela, recogido en un moño blando sobre la cabeza, tan lindo. Su abuela no viste de negro riguroso, como el resto de las abuelas que conoce, sino con ropas de tonos grises, con rayas o florecitas blancas. Eso a pesar de ser viuda. Pero ese es el luto de alivio. Claro que el abuelo Raimundo se había muerto hacía muchísimos años, antes de que ella naciera, y sin embargo se le guardaba luto como si sólo hiciera tres años que se hubiera muerto.
Su abuela se sentó en la butaca de tela verde con una franja vertical y le hizo señas para que se acercara. Ella obedeció.
-Ahora te contaré el cuento del Reino del Pan Blanco como la Nieve.
Y volvía a contarle su cuento favorito, el del reino en el que el pan era blanco por completo, como si no tuviera corteza. Blanco como la cal. Blanco como el algodón en rama. Blanco como la nieve recién caída en enero.
Pero lo que más le gustaba era el colofón del cuento. Después de contarle las peripecias de los dos niños perdidos en el bosque, muertos de hambre, que encontraban el Reino del Pan Blanco y volvían a su casa cargados de panes blancos y de monedas de plata relucientes, su abuela le daba una enorme rebanada de pan blanco. No siempre podía darle pan, y por eso se tenía que conformar con los anises o cuatro peladillas como mucho. Pero cuando le contaba el cuento, ella sabía ya que después venía el trozo de pan inmaculado. Aunque a veces, incluso, para colmo de su felicidad, lo rociaba con un chorreón de aceite y un poquito de azúcar.
Ella se lo comía con una fruición solemne, porque en su casa no había este tipo de pan. Todos los días comían migas. Migas con tocino, si lo había. Migas con bacalao, en Cuaresma. Y por la noche, pan bazo. Un pan oscuro como la misma noche, que acompañaba a una sopa clara con un poco de col o de nabo flotando. El pan de la cartilla de ración. El único pan que llegaba a su casa. Su madre había intentado que el molinero le vendiera harina para hacer pan blanco en el horno que había en la casa. Que ella se la pagaría con lo que fuese. Con los cubiertos de plata. Con la vajilla inglesa. Que le pidiera lo que quisiera. Pero por amor de Dios, que le diera un poco de harina de la que tenía en esos sacos gordezuelos, escondidos debajo de la trampilla del molino. Y el molinero le decía que qué más quisiera él, pero que no podía. De verdad. Que se le murieran sus hijos si mentía. Como lo pillaran vendiéndole a la mujer de un rojo, lo trincaban a él y lo metían en chirona, con la de familia que tenía que alimentar, fíjese usted qué desgracia. Y tan bien describía su hipotética desgracia que hasta se le saltaban las lágrimas, imaginándose el molino parado, el caz mudo, las sacas vacías. Los niñicos con las tripas rugiendo de hambre. Y su madre volvía cabizbaja y le decía, anda niña, ve a casa de la abuela, que te cuente el cuento del pan blanco como la nieve. Y si te sobra algo, le traes algo a tu hermanillo. Y ella iba muy vivaz, muy contenta por el camino empedrado, el que pasaba por delante de la casa de don Braulio, y luego entre fincas de naranjos; el camino más largo pero el más bonito para llegar a casa de la abuela Encarnación.
Un ruido brusco la sobresaltó. Era un portazo. Se oyó una voz masculina saludando. La mujer de las piernas delgadas como patas de mosca le contestaba. Siguió con los ojos cerrados. No le apetecía ni abrir los párpados. El cansancio de siempre. El que le llegaba hasta la médula de los huesos.
Un hombre joven entró en la habitación. La mujer le chistaba para que se callase.
-Déjala, está dormida. No veas qué día ha tenido hoy,
-Pues yo no la veo hoy tan mal – se inclinó sobre ella.
-Es un suplicio, Andrés. No puedo más, me faltan las fuerzas.
-Tranquila –decía el hombre tratando de consolar a la mujer, que se retorcía las manos.- No te preocupes. El mes que viene irá a la residencia.
-Tu madre estará allí mejor cuidada. Tienen especialistas en demencias seniles y…
-Ya lo sé –el hombre la interrumpió con cierta brusquedad. Ahora era él el que lloraba. Pero no como el molinero: lloraba de verdad. Con los párpados entrecerrados vio, no obstante, cómo trataba de disimularlo limpiándose rápidamente con el dorso de la mano la lágrima que surcaba su mejilla, a la vez que se agachaba para coger un trozo de pan del suelo.
Un trozo de pan negro. Un trozo de pan bazo. Pan integral lo llamaba la mujer de las piernas como patas de mosca.

Herminia Luque

Herminia Luque Ortiz nació en Granada en 1964. Se licenció en Geografía e Historia en la Universidad de Granada, realizando también dos años de postgrado en Historia del Arte. En la actualidad, da clases en un centro de educación secundaria de Vélez-Málaga y reside en el Rincón de la Victoria (Málaga).

HERMINIA LUQUE

HERMINIA LUQUE

En 1990 recibió el segundo premio del certamen de narrativa breve para jóvenes del Ayuntamiento de Cádiz, y en 1992, un galardón del Certamen de Jóvenes Creadores del Ayuntamiento de Málaga por un conjunto de relatos.
Ha publicado poesía en antologías como Inéditos (Huerga y Fierro, 2002), y relatos en Narradores almerienses (La General, 1991), Relato español actual (Fondo de Cultura Económica, 2002), Espacios (Systime, Arhus, Dinamarca, 2003), Cuentos engranados (Granada, Transbooks, 2013), o Sesión continua (Valencia, Jam Ediciones, 2013).
Su pasión por el siglo XVIII le ha llevado a escribir sobre diversos temas del siglo ilustrado e investigar sobre autores como Juan Pablo Forner (Los vicios de Jazmín. El concepto de Naturaleza en Juan Pablo Forner, en Juan Pablo Forner y la Ilustración, Mérida, 2006).
En el 2010 recibió un premio en el certamen “Pilar Paz Pasamar” del Ayuntamiento de Jerez de la Frontera por el relato El Reino del Pan Blanco como la Nieve, así como otro galardón en el concurso de relato policíaco organizado por la Comisaría Provincial de Málaga.
Publicó también en 2010 su primera novela Bitácora de Poseidón (Sevilla, Paréntesis). En 2011 apareció su novela histórica El códice purpúreo asimismo en Paréntesis Editorial.
El libro Al sur de la nada, compuesto por tres novelas cortas, fue publicado en 2013 por e.d.a libros.
Su blog literario es http://www.lunaresnegros.blogspot.com. Y su página web http://www.herminialuque.com.

Al sur de la nada

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WEBISLAM: ESTE VIERNES, PRESENTACIÓN DE «PASEANDO POR EL ZOCO CHICO. LARACHENSEMENTE»

En Webislam, el periodista Abdelkhalak Najmi, anuncia la presentación de mi libro en Málaga, este vienes, 17 de Octubre.

http://www.webislam.com/articulos/96127-presentacion_del_ultimo_libro_del_escritor_larachense_sergio_barce_en_malaga.html

El escritor José Antonio Garriga Vela presentará este viernes 17 de octubre la última obra del escritor larachense Sergio Barce Gallardo ´Paseando por el Zoco Chico larachensemente´. El acto tendrá lugar el próximo viernes 17 de octubre en Librería Proteo-Prometeo (c/ Puerta de Buenaventura, 6), Málaga.

Este libro de relatos ha sido editado por la editorial Jam Ediciones/Generación BiblioCafé y la portada del libro es una fotocomposición de la fotógrafa larachense Gabriela Grech. La maquetación es obra de Mauro Guillén Grech.

Según el propio autor, Sergio Barce Gallardo: “En este libro se recopilan los relatos que he ido escribiendo a lo largo de más de quince años y que tienen a la ciudad de Larache como nexo común. Algunos pertenecen a mi libro Últimas noticias de Larache, que se publicó en 2004, y, del resto de los cuentos, unos han visto la luz en revistas o libros colectivos, otros en mi blog personal a través de internet, y un puñado de ellos, inéditos, salen ahora por vez primera”.

La escritora y crítica literaria Fuensanta Niñirola afirma sobre esta obra de 160 páginas: “Barce ha seguido manteniendo un contacto periódico con su ciudad natal y con lo que queda de sus amigos, y nos muestra, en muchos de los textos, la evolución que ha sufrido la ciudad y la decadencia de muchos de los sitios cuyo recuerdo perdura en su corazón”.

PASEANDO POR EL ZOCO CHICO - cubierta

Por su parte, Celia Corrons subraya: “Ejercer la seducción con colores no es un arte fácil, la singular proeza la consiguió Marruecos sobre Matisse cuando el genial pintor se desplazó para inmortalizar al país exótico. Intensos azules se fueron apropiando de su antigua paleta y pronto se declaró un converso al nuevo color.

En Sergio Barce, el pigmento entró de forma más pausada. Los doce años que vivió hechizado por el aroma de Larache, fueron coloreando a la vez que fraguaban en su memoria Paseando por el Zoco Chico”.

Sergio Barce Gallardo (Larache, 1961). Licenciado en Derecho por la Universidad de Málaga, desarrolla su actividad profesional compaginándola con su labor literaria. Es Miembro de Honor de la Asociación de Escritores Marroquíes en Lengua Española y de la Asociación Colegial de Escritores de Andalucía.

Ganador del Primer Premio de Novela Tres Culturas de Murcia con “Sombras en sepia” (Pre-Textos, 2006) y finalista del Premio de la Crítica de Andalucía 2012 con “Una sirena se ahogó en larache” (Círculo Rojo, 2011).

Desde la Universidad, se vinculó a grupos de narrativa que, finalmente, pasaron a agruparse en el Taller dirigido por el dramaturgo Miguel Romero Esteo.

Es en la propia Universidad donde comienzan sus primeras publicaciones, y obtiene el Primer Premio de Narrativa de la Universidad de Málaga, con el cuento “El profesor, la vecina y el globo de plástico”, quedando igualmente finalista del mismo certamen con el relato “La soga”. Ha publicado, también, una colección de sus cuentos bajo el título de “Escena primera, toma primera” en la colección de narrativa “Los papeles del Calafate”, de la propia Universidad de Málaga (Facultad de Filosofía y Letras).

En el año 2000 publicó su primera novela: “En el Jardín de las Espérides” (Editorial Aljaima). En 2004 vio la luz su segundo libro, en esta ocasión una colección de relatos: “Últimas noticias de Larache y otros cuentos” (Editorial Aljaima). Y en 2013 se edita “El libro de las palabras robadas” (Editorial Círculo Rojo).

Esta semana ve la luz su relato “La Venus de Tetuán” en el libro colectivo “Por amor al arte”, un libro que recopila 28 relatos de 28 escritores, y que publica Jam Ediciones, de Valencia.

Actualmente trabaja en las próximas ediciones de dos nuevas novelas ya acabadas: “La emperatriz de Tánger” y “Viejas brumas de Tánger”.

https://najmiabdelkhalak.wordpress.com

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