Angie Ramírez acaba de escribirme. Me envía esta hermosa foto (hermosa porque está ella) y el texto que reproduzco. Es de una gran sencillez, pero cuánto orgullo me hace sentir por mi libro Una puerta pintada de azul.
Me lo he leído de una tacada, y no solo emociona por los lugares que se cita sino porque esa puerta abre el corazón hacia los personajes con los que muchos de nosotros hemos convivido y los guardamos en nuestro particular rincón del alma, y al abrir de pronto esa puerta todo se vuelve azul. .. Todo vuelve como un torbellino a dar aliento a una vida que solo está en ese corazón. Es mágico, y a la vez es entrañable darse cuenta cuánto amor puede uno/una tener por todo lo que se respira en nuestra “patria pequeña” y cuánto amor por todos aquellos que nos acompañaron. Gracias a ellos somos nosotros.
Gracias Sergio por hacerlos traspasar esta puerta azul dándoles vida y hacernos partícipes de ello.
Angie Ramírez