«¿Tenías problemas con la bebida?
Problemas no sé. Supongo que debería decir que sí. Me despertaba en sitios extraños. Una vez me desperté en el coche de alguien y pensé: Tío, ¿y si un día te despiertas muerto? Creo que ahí fue cuando decidí plantarme. Digo yo, si te mueres borracho, ¿te da tiempo a volver a estar sobrio antes de enfrentarte a Dios?
Es una buena pregunta. No lo sé.
Lo estuve pensando. Me imaginé curda perdido delante de él. Y lo que él diría. Y lo que diría uno, ya puestos.
Bueno, a mí me parece que el alma no se emborracha.
Webb se quedó pensando en esas palabras. Ya, dijo. Puede que la tuya no.»
Fragmento de la novela El pasajero (The passenger – Stella Maris), editada por Random House, con traducción de Luis Murillo Fort.



