Este próximo domingo, 4 de mayo, a partir de las 18.00 horas, en el Patio de Banderas del Ayuntamiento de Málaga, y dentro de las actividades de la Feria del Libro, tendré la fortuna de presentar el libro de mi querido amigo Alberto Gómez Font «Cócteles tangerinos (De antier, de ayer y de hoy)». Os esperamos.
Se echan todos los ingredientes en la coctelera llena de hielo, se agita enérgicamente, y se sirve en un vaso bajo y ancho con dos cubitos de hielo, una rajita de naranja y una ramita de hierbabuena.
Eso es lo que sirvió el barman judío Isaac Toledano en el primer relato que forma parte de Cócteles tangerinos, (De antier, de ayer y de hoy) de Alberto Gómez Font, publicado por Kasbah Editorial.
Ando estos días leyendo este delicioso libro que Alberto ha ido enhebrando año tras año hasta darle forma definitiva (hasta el día de hoy, que nunca se sabe). Dice Emilio Sanz de Soto en el prólogo: «Siempre pensé que un cóctel tangerino debía llevar hierbabuena». Y a fe que lo hay. Porque lo simpático de estos relatos es que siempre, siempre, hay un cóctel que da título a cada uno de los textos y, además, el barman que Alberto Gómez lleva dentro (y que, entre otras tareas y aficiones, ha ejercido y ejerce como tal) nos regala su composición y la manera de prepararlo, como hace con el que abre estas líneas (ramita de hierbabuena incluida).
Llevo poco leído, pero ya me he trasladado con sus personajes (Isaac Toledano, Ignacio Echeverri, los Llauradó…) a un Tánger por el que Alberto transita con ligereza y seguridad como guía y reportero. Lectura deliciosa para degustar con cada cóctel que él nos prepara, sentados en cualquier café del Zoco, en la terraza del Continental o en la piscina de Minzah o del Rembrandt. Da igual. Tánger supura por los márgenes de cada página del libro.
Escribe Alberto Gómez Font: «El olor a sobaquina de Said, su jardinero; el olor a pies del salón de la casa de sus suegros; el olor a amoníaco de los urinarios públicos; el olor a estiércol de la esquina del Zoco Grande donde estaban los burros de carga; el fuerte olor a almizcle de Fátima, su sirvienta; todos eran soportables para Isaac Toledano. Lo único que no podía soportar era el mal aliento en algunos de sus interlocutores, olor con el que se encontraba de frente mucho más a menudo que el resto de los mortales debido a su oficio de barman, pues de todos es sabido que los borrachos sufren de halitosis, y entre los clientes del bar americano del Hotel El Minzah había bastantes con ese mal. Personajes elegantes a quienes no les olían los sobacos, ni los calcetines, ni la entrepierna; pero en cuanto abrían la boca para pedir otra copa o para hacer algún comentario soez sobre el culo de la mora que limpiaba los ceniceros, la vaharada que Isaac recibía directa a la nariz era verdaderamente insoportable, aunque él la recibía con la más amable de las sonrisas, sacada del repertorio que debe tener todo barman profesional...»
Viajar hasta el Tánger de los años internacionales con Alberto Gómez Font comienza a ser un viaje de placer.
Cuando haya avanzado en estos relatos, probablemente haga una pausa, escriba de nuevo sobre ellos y deguste, mientras tanto, alguno de los cócteles tangerinos de Alberto.
La primera es «Cuatro verdades» de Dito Beniflah, que, según me escribe Dito, trata sobre un tema muy actual: ¿Cuáles serían tus verdaderas raíces? ¿Las que te han enseñado o las que llevas en la sangre? Ambientada en Larache.
Disponible en todas las librerías de España bajo demanda y en http://www.amazon.es y libros.cc versión kindle y tapa blanda.
Y la segunda «Cócteles tangerinos», de Alberto Gómez Font. Según explica Alberto, esta nueva edición, en la que el personaje conductor sigue siendo Beltrán Llauradó —si bien sigue presente Isaac Toledano— reúne los 22 cuentos de la anterior y otros 12 nuevos que trascurren en la actualidad; y ha incluido tres textos más: uno sobre Villa Eugenia (una casa desaparecida en Tánger hace varios años que sigue saliendo en los relatos), otro titulado Exilio en Tánger que se publicó en la obra colectiva Los conjurados de Tánger, número especial de la revista tangerina Sures, dirigida por el escritor argentino Santiago De Luca, y un relato más publicado en esa misma revista, en el número especial dedicado a Tanger noir (la conjura continúa), titulado Tanger noire siglo XXI: espías, asesinos y contrabandistas en desempleo.
«Cócteles tangerinos» se ha editado en Madrid por Kasbah Editorial.
Recién llegado de la Feria del Libro de Madrid. Además de la satisfacción del reencuentro con los amigos y con los lectores, además de estampar mi firma en los ejemplares de El mirador de los perezosos que tan amablemente han comprado quienes se acercaron a la caseta 29 de Librería Balqís, la feria te regala otros instantes que te dejan un dulce sabor de boca. Uno de esos momentos tan especiales fue la visita de mi amigo Alberto Gómez Font. Traía con él una preciosa y muy bien conservada antigua tarjeta postal con la imagen del Zoco Chico de Larache, que había adquirido en el Rastro madrileño, uno de los habitats recurrente de Alberto. Y me la regaló sabiendo lo que significa Larache para mí. Un gesto que dice mucho de su generosidad. También llevaba el ejemplar de El mirador de los perezosos que yo le había llevado a Tánger, pero que aquel día olvidé dedicárselo. Así que reparé en Madrid el olvido cometido en Tánger. Y hoy, Alberto me envía uno de los relatos que forman parte del libro que prepara para ser publicado más pronto que tarde. Ya me había hablado de este cuento en concreto, que lleva por título Cóctel póstumo. En él hay un personaje, Elías Jacob Guitta, que también aparece en uno de los relatos de mi libro El mirador de los perezosos titulado Beit Hahayim. La historia que narra Alberto tienen algo de mágica y te deja una sonrisa en los labios al acabar su lectura. Un buen aperitivo para un libro dedicado a los cócteles tangerinos.
Sergio Barce, 12 de junio de 2023
DEDICANDO «EL MIRADOR DE LOS PEREZOSOS» A ALNERTO GÓMEZ FONT
En la imagen (la original es en color, pero siguiendo la recomendación de nuestro amigo Giancarlo Macannuco, la cuelgo ahora en blanco y negro, como debe ser en este caso): Pablo Macías, Sergio Barce, Alberto Gómez Font, Juan Carlos Sánchez, Santiago de Luca, Javier Valenzuela y Ricardo Crespo. Posábamos en la puerta del Cine Rif, de Tánger, y creo que alguien preguntó si se estrenaba una nueva versión de Los 7 magníficos. Le aclaré que no, que éramos parte de quienes hemos tenido la fortuna de participar en el nuevo número de la revista SureS: Tanger Noir. Que la presentación de la revista era el verdadero estreno de la tarde. Y que, además de nosotros, también forman parte de este número Oufqa Sahar, Touria Oulehri, Tina Suau Jiménez, Juan Madrid, Juan Sasturain, Karima Ziali, Simon-Pierre Hamelin, Iñaki Martínez y Trino Cruz.
El estreno de SureS Tanger Noir fue todo un éxito, lo que, según algún asistente, augura una posible secuela.
Todo gracias al esfuerzo titánico de su director Santiago de Luca.