Aquí tenéis un nuevo ejemplar original de la revista AL-MOTAMID (VERSO Y PROSA) que guardo en mi biblioteca. Hasta ahora, he escaneado en este blog los números 2, 8, 11, 14, 17, 19, 21, 22 y 29. Hoy cuelgo el número 30, que se editó en Tetuán, entre noviembre y diciembre de 1954, siendo directora la poeta Trina Mercader; en la cubierta y contracubierta reproducción de medalla en homenaje al poeta Amin Raihani.
En este número, participan junto a Trina Mercader, los autores Joaquín de Entrambasaguas, Bichar Al-Juri, Vicente Aleixandre, Pilar Paz Pasamar, Luis López Anglada, Matilde Lloria, J. Gerardo Manrique de Lara, José Guerrero y Pío Gómez Nisa. Y en árabe: Ibrahim Tukan, Fadua Tukan, Dr. Musa Isaak Huseini, Ali Heli y Mohammad Sabbag. Incluye la traducción al árabe del poema «Respuestas» de José Hierro.
Podéis leer o descargar los anteriores números en los siguientes enlaces:
El pasado 5 de octubre estuve en Ronda, invitado al Club de Lectura de «El Barrio», de la mano de Tomás Nevado, al que conocí fortuitamente en la Feria del Libro de Málaga del pasado año. En esa ocasión, al acercarse a la caseta con Belén, su mujer, me dijo que no iba a comprarme ninguno de mis libros. Su afirmación me desconcertó, y le pregunté cuál era el motivo para decirme eso. Muy serio, pero ya esbozando una sombra de sonrisa, me confió que tenía todos mis títulos y que leía cuanto publicaba. Ni que decir tiene que me desarboló. Conoce mis obras mejor que yo. Luego, me preguntó si me animaría a acudir al club de lectura que dirige en Ronda y, claro, cómo negarme después de su confesión.
No me voy a extender mucho, pero acudir a este encuentro ha sido una de las mejores experiencias que he tenido como escritor. Me esperaban cerca de cincuenta personas en el salón de actos de la Fundación Unicaja y todos me trataron con una deferencia, una cordialidad y una educación más que exquisita. Me lo pusieron fácil.
Hizo de anfitrión Joaquín Morales, que me presentó al público leyendo un texto que recorría mi trayectoria literaria hasta el momento con una buena dosis de humor. Y, al final del acto, el presidente de la Asociación, Juan Manuel Ayala tuvo también unas palabras hacia mi persona y me hizo entrega, además, de una reproducción de una obra del pintor romántico David Roberts del paisaje rondeño. Un buen guiño, ya que Roberts anduvo también por Tánger.
Tomás comenzó a interrogarme, y comenzamos a sumergirnos en el libro. Muchos de los asistentes, integrantes del club de lectura «El Barrio», habían leído por supuesto El mirador de los perezosos, y he de decir que todas las preguntas fueron muy interesantes, abriendo un coloquio que se alargó durante dos horas que se nos hicieron cortas. Reímos, nos emocionamos, charlamos y debatimos, pero siempre con mucho respeto y con hambre literaria. Una gozada. Así que tengo que agradecer especialmente a Tomás Nevado que aquel día pasara por la Feria de Málaga y me propusiera ir a Ronda. Una jornada que guardaré con especial cariño.
Del 18 al 23 de septiembre se ha celebrado el 15º Encuentro M´Zora Caravane, que este año, además de a Larache, también ha llegado a Tetuán, lo que significa que este evento va creciendo más y más gracias al entusiasmo y tesón de Emilio Gallego, su alma mater, junto a su escudera Sandra López. Y es que son como don Quijote y Sancho, porque contra viento y marea ponen en contacto a artistas de varios países para desarrollar todo tipo de actividades: pintura, escultura, estructuras, performances, danza, fotografía, montajes audiovisuales, cine, literatura… En este último capítulo me tocó participar junto a los escritores Yousef el Maimouni y Mireia Estrada en una interesante mesa redonda que moderó, con mano maestra, Maribel Méndez. Lo hizo tan bien, que estuvimos más de dos horas de tertulia.
Este año ha sido un reto para Emilio por muchas razones, pero creo que ha sabido conjugar en este encuentro las distintas disciplinas para proyectar la idea de M´Zora Caravane con más fuerza: la transculturalidad, la eliminación de las fronteras culturales, el diálogo entre artistas de ambas orillas. Ha sido una gozada conocer a los creadores que han participado y crear nuevos vínculos personales que me han enriquecido, tanto como al resto del grupo.
Ahora que nos atraviesa el dolor por la catástrofe acaecida en el Atlas marroquí a causa del terremoto, reproduzco este poema de mi amigo poeta Salvador López Becerra, poema que se incluye en Libro de los instantes (CEDMA, Málaga – 2022), que Salvador ha tenido la gentileza de regalarme, como homenaje a esas gentes humildes que tanto sufren y que tanto luchan por salir adelante.
«El infinito cabe en una hoja de papel (Lu-Chi)
En el corazón del Atlas -acariciada por lo perfecto- se revela una casa de piedra. Las chimeneas están encendidas y el humo en su libre vuelo dibuja -zigzagueante y en leve futilidad- graciosas y trenzadas nubecillas plateadas… ¡Oh esbozos, caprichos, contentos que en el espacio infinito dibuja el soplo del austro!
Llega el mediodía y suena el ángelus de Caccini. En el zaguán, bajo el emparrado cubierto de luminosidad, tres rostros -el de un hombre y dos niños- contemplan un eclipse y el fulgor de la luz en la antesala de la tarde; sonríen sin esfuerzo, son felices.»