El pasado sábado presentamos mi nueva novela «Todo acaba en Marcela» (Ediciones Traspiés) en el Tercer Piso de la Librería Proteo, de Málaga, de la mano del escritor José A. Garriga Vela y moderados por Héctor Márquez.
Como muy bien ha escrito ya Héctor en alguna parte, fue un acto divertido, lleno de risas, de sangre (escrita) y de buenos momentos. Hubo lleno y vendimos muchos libros.
Me gustó que se apreciara, por quienes habían leído el libro, que, cuando la trama salta de Málaga a Tánger, sintieron que el ritmo era otro, que el sosiego parecía recobrarse y que había un remanso de paz después de páginas de tensión. Pero aún estaba por llegar el clímax final… En lo que sí coincidieron es que la novela es imposible de dejar de leer, y eso es lo mejor que te pueden decir de tu trabajo.
Hubo incluso tiempo para ver el trailer del cortometraje Moro, dirigido por mi hijo Pablo, que se ha proyectado a concurso en el Festival de Cine de Málaga.
Lo mejor fue sentirme arropado y estar rodeado de tantos buenos amigos. Me olvidaré de alguno, pero allí nos vimos, además de con Héctor y Jose, con Mariángeles Tarifa, Berry y Nerea, mis hijos Sergio y Pablo, Blanca Machuca, Jesús Ortega y María del Mar Álvarez, César Martínez y Charo Sánchez, Emilia y Arturo Salmerón, Tomás Nevado y Belén, Óscar Campoy, Juan Gavilán, Miki Torres López de Uralde, Antonio Abad, Lucy Rodríguez, Pedro Delgado, Guillermo Busutil, José Luis Pérez Fuillerat, Víctor Pérez, José Luis Ortiz, Mario Castillo, Miguel Angel Marín, Alain, Mónica López, Virginia, Ismael, Ildefonso Fernández, Maribel Orellana, Leonor Regife y alguno más que no recuerdo en estos momentos…













