GOODFELLAS: RAY LIOTTA junto a Robert de Niro, Paul Sorvino y Joe Pesci
Hoy ha muerto Ray Liotta, mientras dormía. Para quienes amamos el cine, su papel icónico en Uno de los nuestros (Goodfellas, 1990) de Martin Scorsese es inolvidable. Un gángster que se iba acelerando al ritmo frenético de la cinta, un tipo que, desde lo más bajo, llega a lo más alto para luego caer en picado. Un retrato de la mafia que es ya una obra de referencia. El problema de Liotta es que, junto a excelentes películas, rodaba verdaderas bazofias, y eso, al final, hace que su carrera se resienta y de que su nombre no ocupe el lugar que pudo haber alcanzado.
Le ocurría lo contrario de lo que han sabido hacer Mads Mikkelsen y Viggo Mortensen, que ayer aparecían juntos en el Festival de Cannes. Estos dos tipos, por el contrario, se han ido labrando una carrera impecable, cada vez más interesante. Mikkelsen, con inteligencia, tras despuntar en el cine danés, del que es el actor más sobresaliente, saltó al mercado internacional gracias a su papel del malvado Le Chiffre en Casino Royale (2006), uno de los mejores films de la saga Bond. A partir de ahí, Mads Mikkelsen ha interpretado buenos films en todos los países, pero nunca ha dejado de recalar en el cine de su país y ha seguido rodando con los mismos directores con los que comenzó, y eso se nota en los resultados que han dado paso a algunas obras maestras. Citaré solo dos: La caza (Jagten, 2012) y Otra ronda (Druk, 2020), ambas del gran Thomas Vinterberg. Luego están sus films dirigidos por Anders Thomas Jensen, que tanto me divierten, siendo además estupendas cintas.
Por su parte, Viggo Mortensen comenzó haciendo un cine ramplón, comercial, bastante malo, pero, poco a poco, tras muchos años de dificultades, fue girando hasta ser el impulsor de algunos proyectos fascinantes, como la maravillosa cinta Lejos de los hombres (Loin des hommes, 2014), de David Oelhoffen, una de mis películas de cabecera; la también sorprendente Captain Fantastic (2016) de Matt Ross o su excepcional interpretación en Green book (2018) de Peter Farrelly. También ha contribuido a esta escalada sus habituales colaboraciones con David Cronenberg, estando sobresaliente en Una historia de violencia (A history of violence, 2005).
VIGGO MORTENSEN Y MADS MIKKELSEN en el Festival de Cannes 2022
Como decía antes, Ray Liotta, sin embargo, se embarcaba en proyectos que ni llegaban a las salas o directamente se editaban en vídeo, junto a cintas algo más interesantes como las rodadas para Guy Ritchie o Jonathan Demme. Todo un caos.
Ayer revisaba una vez más El cochecito (1960) de Marco Ferreri, ese extraordinario film que interpreta ese irrepetible actor que fue Pepe Isbert. Era una de las películas favoritas de mi madre. El guion de Rafael Azcona es un artefacto con muy mala leche. Su humor negro empapa cada escena y su final es tan seco y sorprendente que, aún hoy día, más de sesenta años después, sigue siendo de una crudeza áspera y temible. No le gustó nada esta cinta a la dictadura franquista y, claro, la censuraron.
PEPE ISBERT en El cochecito
A Pepe Isbert también le ocurrió un poco como a Liotta, que hubo de trabajar en películas mediocres o directamente deleznables, pero la diferencia es que Isbert lo tenía que hacer para sobrevivir (como le ocurrió luego a Fernando Fernán Gómez y a tantos otros artistas españoles) y Liotta supongo que las rodaba porque le daba igual.
Hace unas semanas, daba la noticia del estreno del largometraje MALAK del realizador larachense, mi amigo, Abdeslam Kelai. Hoy tengo la alegría de reproducir dos noticias editadas en internet sobre el Festival de Cine de Marrakech, recientemente celebrado, en el que se presentaba la pelicula de Kelai, y, como bien destaca su hermano Houssam Kelai con el montaje que ha efectuado y que os cuelgo, el famoso y prestigioso director americano Jonathan Demme, autor entre otras de <El silencio de los corderos> o <Philadelphia>, ha declarado que una de las películas que más le han impresionado durante el festival ha sido precisamente MALAK de Abdeslam Kelai.
Así que por fin se reconoce su labor y su buen hacer, y, sobre todo, su tozudez, la tozudez de Abdeslam Kelai que nunca, pese a las dificultades, ha tirado la toalla, y que comienza a recoger los frutos de su cine comprometido y de calidad. Hoy me siento feliz por Kelai. ¡Viva Kelai!
Sergio Barce, diciembre 2012
Marrakech festival kicks off with special tribute to Isabelle Huppert
By Karima Rhanem – Morocco World News – Marrakech, November 30, 2012
The 12th edition of the Marrakech International Film Festival opened on Sigue leyendo →