Mare incógnita (Cartografía poética) es un pequeño regalo para los ojos y para el alma. Poemario del escritor tanyaui Farid Othman-Bentria Ramos, se trata de un casi diminuto volumen, pero de cuidada edición publicada en Litograf. Todo en él es sorprendente. Desde la elección del tipo de papel, su pequeño tamaño (que permite llevar el libro en el bolsillo de la chaqueta) y la cuidada y esmerada tipografía, hasta los mapas, uno incluso desplegable, que se incluyen en el interior, y ese precioso detalle de los sellos estampados en la última página, como si leyendo hubiésemos pasado por distintas aduanas para atravesar diferentes fronteras. Todo en sí es un deleite.
Los poemas son un viaje apacible por el Mediterráneo, cuidados al detalle, con finos versos que se mecen en esta travesía de sueños. Es dejarse llevar a través de las palabras de Farid Othman-Bentria como si fuésemos viajeros que lo acompañásemos por una ruta de secretos y de reencuentros. Nuestro querido y añorado Antonio Lozano lo expone mejor en el prólogo a los poemas: «Le pediremos prestado a Boubacar Boris Diop, el gran escritor senegalés, el título de su estupenda novela El libro de los secretos. Porque eso es lo que nos aguarda entre las páginas del poemario que nos ofrece Farid Othman-Bentria Ramos. Y también una invitación a buscar esos secretos hechos de palabras, que juntas conforman un tesoro guardado en algún lugar del Mediterráneo. Muy cerca, probablemente, del Finisterrae, custodiado -nos propone el autor- por titanes, sirenas y cíclopes. Muy cerca, pues, de Tánger -siempre se lo he oído decir a Malika Embarek, y Farid lo confirma-: la ciudad mujer…»
Farid me regaló un ejemplar de este librito precioso y delicado cuando nos vimos en el Congreso de Córdoba, el pasado Noviembre. Mañana nos reencontraremos en Casablanca, y qué mejor que leer un fragmento de uno de los poemas de Mare Incógnita para celebrarlo:
Constantia
(…) Me alimentas, alada,
Colmando mi constancia en tu perfume,
Atenta, evocadora sin piedad,
Volando a ras del suelo mi capricho,
Dibujando en cada ola
La piel a la que llamo libertad.

Mohamed el Morabet, Farid Othman-Bentria, Maribel Méndez y Sergio Barce