Angie Ramírez acaba de escribirme. Me envía esta hermosa foto (hermosa porque está ella) y el texto que reproduzco. Es de una gran sencillez, pero cuánto orgullo me hace sentir por mi libro Una puerta pintada de azul.
Me lo he leído de una tacada, y no solo emociona por los lugares que se cita sino porque esa puerta abre el corazón hacia los personajes con los que muchos de nosotros hemos convivido y los guardamos en nuestro particular rincón del alma, y al abrir de pronto esa puerta todo se vuelve azul. .. Todo vuelve como un torbellino a dar aliento a una vida que solo está en ese corazón. Es mágico, y a la vez es entrañable darse cuenta cuánto amor puede uno/una tener por todo lo que se respira en nuestra «patria pequeña» y cuánto amor por todos aquellos que nos acompañaron. Gracias a ellos somos nosotros.
Gracias Sergio por hacerlos traspasar esta puerta azul dándoles vida y hacernos partícipes de ello.
Angie Ramírez
No sobra ni una coma en todo lo que dice Angie yo no he tenido oportunidad de leerlo todavía pero si otros muchos tuyos y todos me han emocionado
Enviado desde mi Galaxy
Lo sé, Carmen. Nuestra tierra tiene esa fuerza… Besos, guapa.
¡Qué hermosas palabras de dos larachenses que llevan esa ciudad en su corazón, junto a tantos recuerdos compartidos. Disfrutas junto a Angeles de una vida y tantos recuerdos que os han unido porque solo vosotros los habéis vivido!
Gracias, Fernando. Un abrazo