Le preguntaba el pasado sábado a Salvador López Becerra quién es Lalla, esa mujer que protagoniza tantos poemas en sus libros. La encontré en Kilim (Agencia de Cooperación de la Junta de Andalucía, 2005), había vuelto a aparecer en el borrador que Salvador me ha dejado leer del volumen que publicará en breve, y la reencuentro en el libro que me regaló ese mismo día: Cuadernos del Atlas (El Aguacero Libros, 1996).
No es una mujer en concreto, me explica, sino una ensoñación, una mujer marroquí que sólo existe en mi imaginación, en mi deseo, una fantasía. Le digo que es una pena que Lalla no exista porque, sinceramente, había caído en sus redes.
Lalla no es una mujer cualquiera, ni una metáfora en el tiempo perdido sobre las arenas del desierto y la mar. Lalla es el Amor completo.
SLB
La poesía de Salvador López Becerra juega con la armonía de lo que físico y tangible, y las sensaciones y los sentimientos. El lenguaje se engarza entre adjetivos inverosímiles y descripciones cromáticas, en versos de maestro. El arte se transforma en música, y Lalla siempre como inspiración.
Lalla es el cansancio y su ausencia.
La agilidad del sueño.
Púa herida en mi rosal.
SLB
Escuchaba el otro día a Salvador López Becerra hablar de Lalla, de esa mujer que no existe, y maldije que fuera así, que fuera imposible conocerla. Hay cosas que sólo la literatura, la poesía en este caso, es capaz de crear. Lalla es como un verso suelto de Salvador, el más bello verso. Y se me ocurrió decirle que recopilara todos los poemas escritos a Lalla y los editara como un libro independiente. Tal vez fui muy audaz al decírselo. Y creo que, tal y como Salvador me argumentó, están bien como están, entre otros poemas, como escondidos o agazapados, apareciendo por sorpresa para mostrar de nuevo a Lalla, igual que un deseo imposible. Así nunca nos saciaremos de ella.
Sergio Barce, marzo 2017
Lalla, el Sahara quisiera ser inmenso para caber en tus inabarcables ojos.
SLB
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Lalla es el cuerpo para un amor de arena.
El aliento profundísimo de la luz y el desgarro.
Un lugar sagrado con sus milenios y derrotas.
Mi estrategia.
SLB
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Sobre la arena, hincada en sus entrañas, huérfana de
malicia, la luna cabalga como un tuareg imitando la
danza de los ojos de Lalla.
SLB
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Conocí a Salvador en la Catedral de Santiago de Compostela, se sentó a mi lado, nos presentamos, conocí a un ser humano con muchos valores , me pareció una excelente persona, un caminante en busca de la Verdad.
Fue un agrado conocerlo.
Estimado Rául: efectivamente, Salvador es una gran persona. Gracias por tu comentario.
Estimado Sergio, sabes cómo puedo contactar a Salvador. Gracias