Hace unos días, Alberto Mrteh me enviaba una foto de mi libro Una puerta pintada de azul que llevaba consigo y que había tomado en Rabat, y me anunciaba que se dirigía a Larache para conocer por fin la ciudad donde se desarrollan las historias que relato en él. Cuando llegó me dijo que ya se había instalado en Larache con ganas de descubrir sus calles durante unas horas y verlas «con mis ojos».
Hoy, me envía una especie de reseña que ha publicado en su blog (El zoco del escriba), pero más que una reseña es un pequeño relato que complementa mi libro, pero visto «con sus ojos». Me ha emocionado profundamente.
Ha buscado por Larache a mis personajes, ha tratado de localizar los lugares que describo, ha intentado encontrar esa puerta pintada de azul, pero, como muy bien titula su artículo, sólo quedan ya «puertas azules descoloridas» y un vago aroma a destierro.
Alberto Mrteh y yo nos conocemos desde hace relativamente pocos años, poquísimos, pero hemos trenzado una amistad que presumo duradera y fructífera. Es un tipo muy detallista: acudió en Tánger al estreno del corto «El nadador», me visitó en Torremolinos, leyó por mí un texto en la presentación del último número de la revista SureS (a iniciativa suya) en Tánger, ha tenido la paciencia de leer varios de mis libros y ahora escribe este precioso artículo… En fin, que estoy en deuda con él.
Os dejo el enlace donde poder leer este texto que me parece de una gran belleza. Gracias, Alberto.
Sergio Barce, agosto 2021
https://elzocodelescriba.com/2021/08/13/puertas-azules-descoloridas-de-sergio-barce/
