Me llega en exclusiva la imagen de Rachid Serroukh, dueño de la Librería Al Ahram, de Larache, vendiendo en su establecimiento el primer ejemplar de mi libro Una puerta pintada de azul, solo un día después de que llegaran de la mano de Luis Velasco. El comprador es el afamado realizador larachense y amigo Mohamed Chrif Tribak. Los dos, Rachid y Mohamed, sin que ellos lo sepan, son dos de los personajes que aparecen en uno de los relatos.