Fue con mi abuelo materno, Manuel Gallardo, con el que más relación tuve, aunque curiosamente fuera mi abuelo paterno, Manuel Barce, el que más tiempo viviría con nosotros en la casa del Balcón del Atlántico en Larache, tal vez su carácter era más severo o infundía más seriedad.
Entre los papales que guardo, han aparecido algunos de Manuel Gallardo, expedidos todos ellos en Larache. Él que venía de Roquetas, y que vivió en Alhucemas, en Tetuán, en Tánger, en Alcazarquivir, en Khemis Sahel, en Martil, en el Kerma, y que acabó en Málaga, siempre decía que era de Larache.
Los documentos que conservo son sus carnets de la Sociedad de Cazadores y Pescadores, uno expedido en 1947, y el otro en 1953, cuando ya era policía de tráfico; y un certificado que acreditaba que se había licenciado del ejército en 1939. Perteneció a Regulares nº 4 de Larache, al que entró en 1934 de voluntario. Siempre contó con amargura que entró en el ejército de la República y se licenció, como muchos otros, en el ejército fascista. Él que siempre fue un republicado convencido.





