11ª parte de la Historia de Larache durante los siglos XVI y XVII…
…hacia 1627, la plaza de Larache, pese al espíritu de sacrificio de sus soldados, vivía de la corrupción, de la picaresca, del engaño y de traiciones e intrigas.
En septiembre, no sólo fallecía el Gobernador de la plaza don Juan Jara Quemada, sino también el último sultán saadí digno de ese título: Mawlay Zidan. Una vez más, se abre una lucha por el trono, esta vez entre sus hijos Abd al-Malik, Al-Walid y Muhammad al-Xaij al-Saghir, venciendo el primero, que no era más que un ser despreciable, sanguinario y vicioso que fue asesinado cuatro años después.
Toda esta situación de inestabilidad favoreció a quien se hizo dueño del territorio de Fez: el morabito Al-Ayaxi, que reaparecía de nuevo tras su derrota en Larache.
En abril de 1628, Al-Ayaxi volvió a centrar sus esfuerzos en desalojar a los españoles de la Mamora. Un sargento, Francisco de Jodar, que había logrado escapar tras ser hecho prisionero por los moriscos de Salé, dio la voz de alarma al Gobernador de Larache, capitán Diego de Vera, que, tras enviar algunos efectivos para reforzar la Mamora, comunicó la situación al rey Felipe IV y al duque de Medinasidonia.
La Mamora estaba cercada por un gran número de seguidores de Al-Ayaxi, se hablaba de más de ocho mil hombres, por lo que el duque de Medinasidonia ordenó al general de los galeones de Tierra Firme, don Tomás de la Raspura, que acudiera al rescate de la plaza, llegando el contingente español en 35 navíos el día 10 de mayo de 1628. Tras bombardear a los sitiadores, los hombres de Al-Ayaxi huyeron y muchos de ellos perecieron. García Figueras señala que el número de los asaltantes había disminuido a causa de la celebración del mes de Ramadán, que se celebraba en esas fechas, por lo que muchos de ellos habían regresado a sus aduares abandonando sus puestos. Este fracaso, hizo que, por algún tiempo, la popularidad de Al-Ayaxi cayera entre los marroquíes.

Larache en 1616