Hace unos meses hablaba con mi hermano mayor Carlitos Tessainer sobre las famosas revueltas y asesinatos cometidos en Larache en abril de 1956. Siendo uno de los acontecimientos más famosos y horrendos acaecidos en la ciudad, sin embargo siempre ha dado lugar a diversas versiones. Como sé que Carlos es un historiador concienzudo y posee esa memoria prodigiosa que tanto admiro le pregunté por lo que él sabía, y me dio una lección de historia en un par de entregas.
El bajá de Larache era Mohammed-Jaled El Raisuni, que era el único hijo varón superviviente del famoso Cherif Muley Ahmed El Raisuni y de su tercera mujer, una cherifa Alamien de la familia Halima o Hlimia. Había nacido en Tazarut (cabila de Beni Arós) en 1909. Y siendo bajá en Larache, se produjo una explosión de violencia que aún siguen recordando los de más edad. La historia que me contaba Carlitos Tessainer la había deducido de sus estudios, de sus pesquisas y de lo que le habían transmitido sus padres y amigos. Historia que coincide con la que voy a compartir en este post.

María Poveda con su padre. Tras ellos, se puede ver la casa de Raisuni y la persiana que fue acuchillada. La foto data 7 de marzo de 1956, pocas semanas antes de que ocurriesen los hechos.
Curiosamente, ayer, María Poveda, larachense de pro, a la que le guardo un cariño especial desde que nos conocimos ya lejos de Larache, me hizo llegar un documento de un valor excepcional. Un documento que encontró entre los papeles que guarda de su familia. Se trata de la crónico de los sucesos ocurridos los días 17 y 18 de abril de 1956 (Carlitos no había errado en sus cálculos) pero escritos de primera mano por un testigo presencial: el padre de María, don Antonio Poveda Fuentes, que en esas fechas ocupaba el cargo de director general de E.C.P.Q.S.A. (Extractos Curtientes y Productos Químicos, S.A.), empresa que se dedicaba a las plantaciones de mimosas en todo el Norte de Marruecos.
Lo redactó con su máquina de escribir, y el texto no tiene desperdicio por su valor testimonial e histórico, y así lo relata:
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María Poveda vivía con su familia en «Villa Amparo», casa propiedad de don Federico, el dueño del Hotel España por esas fechas. La villa estaba situada justo al lado de la casa de Raisuni, solo les separaba un callejón y detrás estaba el cementerio de Lalla Mennana. En «Villa Amparo» tenía también su oficina don Antonio Poveda, y María me cuenta que desde allí vieron todo lo que sucedía. Ella, con cuatro años, durante los disturbios, estuvo escondida en el hueco de la escalera de su vivienda.

VILLA AMPARO – Larache
Mis abuelos y mis padres siempre me han contado las escenas tan terribles que se vieron esas jornadas, con cuerpos quemados en la avenida y en la Plaza de España. Y así lo relaté en alguno de mis cuentos. Pero nada es comparable a lo que pueda narrar alguien que lo vivió tan de cerca. Así que creo que es todo un lujo poder compartir lo que María Poveda me ha regalado.
Sergio Barce, mayo 2019

MARÍA POVEDA Y SERGIO BARCE
Mi padre recuerda esos días de horror en Larache y los tiene muy fijado en su memoria.
Valiosísimo documento que al menos deja meridianamente clara la datación precisa de los sucesos acaecidos en Larache en abril de 1956 y que como Sergio dice, le facilité con precisión. Digo esto porque en cuanto a la referida datación, se produce cierta confusión entre muchos de nuestros paisanos.
Vale también su peso en oro el relato pormenorizado de aquellos sucesos, vistos por quien los presenció en primera persona.
Queda para el análisis histórico la confusa actuación de las autoridades españolas, tanto en lo acaecido en Telata de Raisana, como en relación al asalto de la casa del bajá Mohamed – Jaled El-Raisuni en Larache También la presencia -repetida en varias ocasiones por quien relata los sucesos- de miembros del Istiqlal (él lo escribe Istiglal) en diversos momentos.
Solo añadir, a título casi anecdótico, que recuerdo perfectamente a don Antonio Poveda Fuentes, que era amigo de mi padre. También me acuerdo de su mujer, que junto a sus hijas, se vinieron a vivir a España unos años antes que el cabeza de familia. Poveda debió de venirse a España hacia 1966-67-68; y debió de coincidir cuando las autoridades marroquíes pertinentes decidieron talar los exuberantes bosques de mimosas existentes en la gaba a partir de los pinares allí plantados y sustituirlos por eucaliptus.
El chalet en el que habitaba la familia se llamaba «Villa Amparo» porque su propietaria -antes que su hijo Federico GÓMEZ MAS- fue doña Amparo MAS, también propietaria del «Hotel España».
El chalet que aparece a la derecha de la imagen de la fotografía titulada VILLA AMPARO- Larache, era propiedad de la familia británica FORDE, que lo tenía alquilado. Hacia 1962, a él se mudó la familia MARTÍN-ROMO. Recuerdo haber jugado en sus jardines y también en el interior de la casa.
Y por último, aparece también citado quien fue gran amigo de mis padres y en cuya casa de la finca que poseían, tantas veces estuvimos: don José VILLAR-PADÍN.
Abrazos,
CARLOS
Hola Carlos,no sabía que tu padre y el mío fueran amigos Pero es lo lógico,nos conocíamos todos .Todo lo que cuentas es exacto
Y José V
Gracias Carlos por tus matizaciones,más viniendo de un experto en Raisuni.No sabía que nuestros padres fueran amigos,me alegra mucho saberlo. Yo soy amiga de tu hermana Ana.
Un fuerte abrazo ,»paisa»
María
Recuerdo de los sucesos de la primavera de 1956 en Larache
En el capítulo primero de su libro “Tiempo de Errores” Mohamed Chukri describe su llegada a Larache con veinte años y detalla los sucesos que tuvieron lugar contra el baja Raisuni en la primavera del año 1956. He vuelto a releer ese capítulo y de nuevo coincido con todo lo que detalla el escritor. Por lo cual recomiendo su lectura.
En mi relato “Larache”, yo también recordé aquella tarde. Yo estaba en clase en el Colegio Francés situado justo enfrente del palacete del baja, apenas separado por no más de diez metros. Yo tenía nueve años. El hijo del baja, de su matrimonio con la hija de Lucrecia Bustamante, se llamaba Jali (supongo que era Khalid) y era mi compañero de curso. Minutos antes de que terminaran las clases ese día, vino a buscarlo Rabah , el guardaespaldas o esclavo negro del Raisuni. Recuerdo como si fuera ayer, la blancura de su jilaba y su enormidad, pues era muy alto y esbelto. Intercambió unas palabras con la profesora y se marchó con Jali. Moriría linchado y quemado por la multitud en la misma Avenida de la Palmeras, menos de una hora más tarde. Mi tío presenció en directo su abominable ejecución.
Poco tiempo después pudimos oír desde el colegio, gritos de una muchedumbre enfurecida gritando y lanzando objetos contra la casa del baja y también oímos disparos. No soy ya capaz de recordar cómo sucedió, pero de repente me vi sentado con mis hermanos y hermanas en el coche de mi padre, que nos dio un paseo por los alrededores de Larache, quizás para alejarnos del posible peligro.
También me vienen imágenes, esa misma tarde, de mis tías y nosotros, ya en casa de mi abuela, mirando entre las persianas de madera del balcón, asustados, cuando las multitudes pasaban gritando Jia el Malik y arengando al vecindario. Recuerdo incluso algún comentario de un familiar: ─Aquí no pasa nada mientras esté la legión. Y así fue. Esa misma tarde supimos también del ajusticiamiento de un caid de una kabila en la Plaza de España.
No sé si fue al día siguiente, pero muy pronto volvió la normalidad y puedo recordar que transcurridos pocos días de los sucesos, mis amigos y yo entramos al palacete del Raisuni y pudimos comprobar los destrozos, y sobre todo quedó en nuestra memoria olfativa el olor a quemado, e incluso las marcas de las balas en las paredes.
Hola León,efectívamente,aunque yo tenía 4 años,recuerdo el olor s carne quemada ,y la hoguera en la entrada del callejón que separaba las dos casas .La nuestra y la de Raisuni.
Tras tres horas bajo el hueco de la escalera,por fin nos sacaron de casa en dirección al hotel España,donde pasaríamos la noche.A pesar de que en ese corto trayecto,mi padre me tapaba la cara,todavía puedo ver la hoguera .Nosotras,mi madre mi hermana y yo,vinimos a Madrid,mi padre se quedó en casa …Según me contaban ,recogieron dos cubos llenos,de casquillos de bala,ya que entraron en casa para disparar a la de Raisuni.
Por cierto que hacía un día espléndido de primavera.
Yo también lo recuerdo. Estábamos en casa de mis abuelos, que vivían en la Plaza de España, justo encima del Café Central, y oíamos el alboroto que venía de fuera.
Mi abuela no nos dejaba asomarnos al balcón, cerraron las ventanas y persianas, y yo oí, que estaban quemando a alguien en la plaza.
Yo entonces no entendía que pasaba. Lo que si sé, es que a partir de entonces, mi padre empezó a mover hilos para venir a España y en Enero de 1957, salimos de Larache con destino a Madrid, dejando allí toda nuestra niñez . Pero nos trajimos los recuerdos, que aún hoy los tenemos presentes.
Yo era amigo de Jalito, el hijo del bajá, pues vivía enfrente de mi casa y solía entrar en su casa a jugar (yo tenía entonces 14 años). El día que asaltaron su casa yo regresaba del colegio en el momento que la mejaznía disolvía a los asaltantes, y no pude entrar en mi casa, pues las balas pasaron por encima de mi cabeza. Un chico mayor que yo (Antonio Torralba), me agarró del brazo y me llevó a su casa situada en la Cría Caballar, donde permanecí hasta la noche y pude regresar a mi casa. No volví a ver a Jalito, de quien supe fué evacuado con su familia fuera de Larache. Me he enterado que ha fallecido hace poco en Tánger.
Ahmed – Jalid RAISUNI – EL ALAMI BUSTAMANTE (a quien llamaban «Jalito»), nació en Larache el 1-11-1944 y falleció a comienzos del mes de Ramadán de hace ya tres años: el 16-6-2016.
CARLOS
Con la distancia del tiempo y del espacio he podido leer este relato como si fuera ficción. He de decir que lo he disfrutado muchísimo y que lo he encontrado más bien cómico, con esos comentarios ajenos a la trama principal sobre el robo o sobre la mujer despeinada y me llaman la atención algunas expresiones propias del lenguaje oral (…y no seé que dicen…)
Gracias por compartirlo.
Alberto Mrteh (El zoco del escriba)