No sé cómo expresar lo que deseo decir. Pero espero acertar y no crear malos entendidos. Trataré de ser muy claro.
Vaya por delante todo mi apoyo y cariño a los catalanes.
Los atentados en las Ramblas de Barcelona han sido un ataque a una de las ciudades más respetuosas con las diferentes creencias, ideas o culturas. Barcelona es una ciudad abierta y libre. Por eso, es doblemente irracional lo ocurrido. Como también lo es lo sucedido en Cambrils. Es de admirar la reacción que se ha producido allí, la unidad de todos frente al terror, la solidaridad que ha nacido espontáneamente.
Pero, después de los atentados, al descubrirse ya quiénes habían sido los autores, sabía que mi padre me llamaría. No fallé en mi vaticinio. Me telefoneaba porque le había sobrecogido el atentado, como a todos, y, sobre todo, porque no podía creer que esos fanáticos, asesinos y salvajes, fuesen de origen marroquí, que sus raíces familiares fueran de la tierra que tanto amamos. A mí me había sucedido lo mismo. Y una tristeza enorme nos ha embozado a los dos.
Acabo de ver en televisión que, apenas hace unos minutos, son ahora las 19.50 horas, un grupo de fascistas ha tratado de montar una manifestación islamófoba precisamente en plenas Ramblas. Son tan insensatos y fanáticos como los seguidores de ISIS. No hay diferencia. Sólo buscan crear odio. Y eso me ha llevado de inmediato hasta mi ordenador para escribir estas líneas.
Cuando mi padre y yo (y cuando mi madre vivía, a ella le sucedía exactamente igual) vemos u oímos noticias en las que el autor de un crimen cometido en España, del tipo que sea, es de origen marroquí, nos apena. Los autores de los atentados, además, nos enfurecen. Porque empañan no sólo al colectivo musulmán, que en su inmensa mayoría ama la paz, sino también al marroquí. Esas alimañas no son los marroquíes que nosotros conocemos y con quienes hemos convivido la mayor parte de nuestras vidas, ni son los marroquíes que siempre hemos tratado como nuestra propia familia o a los que consideramos como nuestros amigos. Sólo sentimos afecto y cariño cuando pensamos en ellos.
Sé que los ignorantes, los que no conocen Marruecos, los que tampoco saben que el carácter de su gente está impregnado de hanan, esos que nunca se han relacionado con marroquíes, con los marroquíes de verdad, son ahora capaces de mirarlos de reojo, con desconfianza, y que los más intolerantes pueden llegar incluso a apoyar esos actos de islamofobia que siempre resurgen cuando se comete un atentado.
Yo no creo ni en las fronteras, ni en las patrias, ni en los nacionalismos. Yo creo en el ser humano. Me da igual que sea cristiano, musulmán o hebreo. He crecido con las tres culturas, y me siento orgulloso de que fuera en Larache, en Marruecos, donde me enseñaran a ser respetuoso con los que piensan o creen diferente (digo bien: respetuoso, porque nunca nos hablaron de ser tolerantes, que es otra cosa). Y eso se lo debo a Marruecos, y nunca sabré cómo pagárselo. Por eso, aunque no creo ni en las fronteras, ni en las patrias, ni en los nacionalismos, hoy me siento marroquí.
Sergio Barce, 18 agosto 2017
Sergio Barce 
Estoy de acuerdo, siempre produce dolor la injusticia. El Daesh es un grupo terrorista, una organización criminal, pero solo una marioneta cuyos hilos no sabemos bien quién maneja. En cuanto a los detenidos. confio mas en los jueces que en los periodistas. Y aquellos todavía no les han juzgado.
Totalmente de acuerdo contigo, Tiyani.
Un abrazo
Muy bonito tu artículo, Sergio, soy catalana nacida en Larache y estoy totalmente de acuerdo contigo y con todo lo que dices. El terrorismo no tiene patria y tristemente hay patrias con terroristas, pero no condenemos a las naciones porque tengan terroristas, puesto que son bichos raros, fanáticos religiosos que nada tienen que ver con el resto de la humanidad.
Gracias, Ana Laura. Besos
Apoyo todas y cada una de tus palabras de tu texto, Sergio
Mi mas sincero pésame a la Humanidad por este nuevo atentado sobre ella
José Miguel Feria
[18/8 10:38] Miquel: NO OLVIDEMOS que toda esta… insensatez? barbarie, horror… tiene un origen… y es tan sólo el germen del odio que se sembró en guerras, intervenciones, exilios, matanzas…
NO OLVIDEMOS que los musulmanes estan sufriendo dia sí dia tambiénb ataques terroristas en sus países, que una vida es una VIDA en cualquier lugar, población, país
NO OLVIDEMOS a todas estas victimas asesinadas vilmente
SÍ RECORDEMOS que todos pertenecemos a una única raza, la Humana en la aún vale la pena creer y por la que luchar
NO SON islamistas
SON TERRORISTAS
Gracias, Miquel. Abrazos
otra vez me has hecho llorar con tus palabras … me he emocionado tanto hasta que mis sobrinos se han asustado mirándome llorar , la verdad ante tus palabras , ninguna mía puede expresar lo que siento ahora : solo pedirte las gracias por formar parte de nuestra patria , por el orgullo que tienes , muchas gracias querido hermano paisano
Gracias a ti, Hanane. Me reconforta leer lo que me dices.
Muchos besos
Sí Sergio , tu texto expresa maravillosamente bien mis sentimientos . También me duele que se meta en el mismo saco a terroristas y marroquíes . Mira, son gente buena y como tú y como yo pero como en todas partes , también están los indeseables , los mal » parits » como dicen en Cataluña .
No sé porqué me pongo en el lugar de esos padres que emigraron a Cataluña y sacaron adelante a sus hijos , que luego se han radicalizado .
Dolor, cuanto dolor Sergio ¡!!!!
Gracias, Marga.
Y sí, ponerse en su lugar debe ser muy duro.
besos
Querido Sergio,
estoy de acuerdo con cada palabra de tu texto, muy triste y duro todo lo que esta pasando en el mundo con el terror.
yo tambien soy Marroqui y vivo en Israel. ..En Israel el 20 por ciento de la poblacion son musulmanes que viven aqui, tienen todos sus derechos sociales como todos los habitantes, trabajan , sus hijos estudian en colegios y universidades… y vivimos en paz sin problemas….Desgraciadamente los atentados los vivimos dia por dia , bombas en los autobuses, en las tiendas , en los negocios grandes y en las calles acuchillando… y cuando hay atentados de terroristas no se puede evitar la rabia y el odio. y lo peor es que los atentados los hacen los terroristas que vivien en Israel. MUY TRISTE !
Un abrazo
Nurita
Gracias, Nurita. Un beso grande.
Mis padres vivieron en Larache. El era practicante, civil, dedicado en cuerpo y alma a la salud de todos. Yo nací en Jemis de Anyera, viví en El Jebba, en Alhucemas, en Targuist, en Fnidek. Conocí la vida allí en Marruecos y entre sus buenísimas gentes a las que tanto tengo que agradecer. Mi ciudad más querida del mundo, Tetuán. Me duele mucho cuando gente confundida desconfía del marroquí y del magrebí en general. Asesinos hay en todas partes. Un abrazo a las víctimas, y a todos los marroquíes y seres humanos de buena voluntad que somos mayoría en el mundo, sea cual sea la nacionalidad y que compartimos el dolor sin sentido. Desde Pamplona, Mª Socorro
Muchas gracias, Mª Socorro. Un saludo
Con gran tristeza hemos recebido esas crueles informaciones y imagines del odioso crimen . Quien es este monstruo que juega cinicamente con almas de inocentes ? . Totalmente de acuerdo con vuestra opinion noble y humana . Gracias, estimado Sergio !
Chukran, Oualad.
Un abrazo
Todavía no he podido reaccionar, no quiero creérmelo, pero sí ha sucedido. En mi amada Barcelona, la que nos acogió cuando con mis padres y hermanos llegamos de Marruecos.
Barcelona, ciudad abierta, diversa, cuánto la he querido, cuánto la quiero y cuánto me duele el daño que le han hecho.
Pero los culpables de esta masacre no son mis paisanos, no pueden serlo. Son mentes dirigidas por seres sin escrúpulos que quieren sembrar odio a su alrededor, que quieren trazar fronteras y separarnos. No lo conseguirán, no podrán alejarme jamás de aquellos que me vieron nacer y junto a los que viví mis primeros e inolvidables años de la infancia entre Larache, Tánger y Casablanca.
Paisanos míos, mi cálido abrazo a todos.
Yo también soy marroquí y vuelvo hoy a este tu blog, Sergio, porque no podía reprimir estas palabras que siento en lo más profundo de mi corazón.
Un beso
Y cuánto me alegro, Joana.
Un beso
Hola Sergio. Alguien teniaque decirlo y has sido tu de forma magistral como acostumbras. Estos atentados se aprovechan para crear odio y por desgracia tienen sus seguidores. Gente que nunca ha estado en marruecos y mucho menos conoce su vida se permite opinar y denigrar a todos. Muchas gracias por tu articulo que he compartido.
Gracias por compartirlo, Alfredo. Un abrazo fuerte
Mi querido paisano Sergio, somos larachenses y con mucho orgullo, y seguiremos creyendo en la convivencia de las tres culturas, Marruecos donde naci y el cual quiero y sueño algún día regresar para vivir mis últimos años.
Me duele que hayan sido la mayoría de estos bárbaros marroquíes pero para mí solo son unos desgraciados que han sido lavados el cerebro con la guerra santa y tiene en cuenta que la mayoría han nacido en Cataluña donde hay un caldo de cultivo contra la cultura que aprendimos en nuestro Marruecos, está gentuza esta contra el Reino de Marruecos y contra todo islamista pacífico que vive no solo en nuestro querido Marruecos también en el resto del mundo.
Deseo que todos los islamistas reaccionen a esta oleada de barabaries y no sea tarde.
Estamos con el pueblo de Marruecos y con su rey Mohamed VI, larga vida tenga.
Gracias, querido Moisés.
Un abrazo fuerte
Gracias por tus palabras, Sergio. Un buen contrapunto a la islamofobia. No a los fundamentalismos, a las etiquetas, al odio. Y sí a todo lo demás. Un abrazo grande
Gracias por tus palabras, Luisa. Más viviendo de alguien como tú. Lo necesitaba escribir después de leer y escuchar tanta estupidez.
Un beso enorme
Hola Sergio,
leo tu texo pasadas ya unos días de los ataques y remueves mis recuerdos y lo que sentí esos días. Comparto muchas de las sensacionesy de los sentimientos que has expresado aquí. También a mí me duele que el criminal sea marroquí y me irritan las reacciones que meten erróneamente a todos en el mismo saco. Por eso precisamente es tan importante, bajo mi punto de vista, que se expresen mensajes como lo has hecho tú.
Me quedo con una de las frases del texto, que suscribo al cien por cien:
«Yo creo en el ser humano»
Alberto Mrteh (El zoco del escriba)