La AMPA del Colegio Luis Vives de Larache lleva ya un tiempo movilizándose para conseguir que sus alumnos no tengan que abandonar el centro para seguir sus estudios de bachillerato en Tánger.
Modestamente, desde nuestra asociación Larache en el Mundo también remitimos varias cartas de apoyo al Ministerio de Educación y a la Embajada Española. Ahora necesitamos la ayuda de todos los larachenses para que el centro consiga el bachillerato y no pase a ser un centro de segunda categoría. Cualquier gestión, apoyo, cartas enviadas al Ministerio de Educación, será un granito más en esta lucha justa y necesaria.
Hace poco, la Televisión Marroquí se hizo eco de esta llamada hecha por padres y alumnos, y las imágenes (con intervenciones entre otros de Majid Amahroq, presidente de la AMPA, con quien he tenido la suerte de compartir varios actos culturales en Larache, o de mi entrañable amigo de la infancia Lotfi Barrada) son más que elocuentes. Estas imágenes podéis verlas pinchando en el siguiente enlace:

Pienso que sería fundamental conseguir que todos los niños y niñas del Colegio Luis Vives pudieran continuar sus estudios de Bachillerato en el mismo centro de Larache. Por ello, cualquier pequeño gesto que yo pueda aportar podéis contar conmigo. Todo es poco siempre para alcanzar una meta de esta índole que representa tanto en la vida de futuros hombres y mujeres que han de luchar por una sociedad cada vez más justa.
Estoy muy orgullosa de descubrir que hubo personas preocupándose y luchando incansablemente por el futuro de nuestro colegio Luis Vives en Larache y por el bienestar de los futuros estudiantes. Fui alumna durante diez años, comenzando desde primaria en 2013, y conocer la historia detrás de cómo no teníamos bachillerato y cómo esa situación se transformó gracias al esfuerzo de muchos me llena de alegría. Es triste que nadie hable ni agradezca a esas personas que con su dedicación hicieron posible que hoy tengamos un colegio completo y con más oportunidades. Su legado merece ser reconocido y valorado por toda la comunidad