Este pasado sábado, se clausuró el Festival Internacional de Cine y Memoria Común de Nador, y se hizo entrega de los galardones a los premiados.
He tenido la responsabilidad este año de ser el Presidente del Jurado de Documentales, en el que me han acompañado Karima Boullal, Nuria Tamayo, Layth Abdulamir y Edgardo Bechara El-Khoury.
He de confesar que fue muy fácil nuestra deliberación, porque todos coincidimos en seguida en las películas que debían ser premiadas. Os reproduzco el acta de la votación y los motivos por los que hemos elegido estas dos cintas, que os recomiendo vivamente.
Reunido el Jurado del Festival Internacional de Cine y Memoria Común de Nador, se ha decidido por unanimidad otorgar los siguientes premios:
– Gran Premio Driss BENZEREKI al film LA SINFÓNICA DE LOS ANDES (Colombia) de la realizadora MARTA RODRÍGUEZ.
El jurado ha valorado en esta cinta documental varios aspectos: en primer lugar, su calidad artística y técnica, con una sólida estructura narrativa, un excelente montaje y una muy buena fotografía. Pero especialmente es de destacar la valentía de su directora al abordar varios temas conflictivos: la llamada de atención sobre la situación de violencia que padece el Cauca colombiano; su puesta en valor de los jóvenes que, para salir de esa situación, se han refugiado en la música como antídoto a la violencia que han padecido; el empeño de la directora de la película, Marta Rodríguez, que ha conseguido un film muy comprometido y a la vez equilibrado; y, en especial, la emotividad que ha sabido extraer de los testimonios de los indígenas habitantes de las zonas rurales que han perdido a sus hijos, víctimas inocentes e injustas, que, gracias a la cinta, alzan su voz denunciando un padecimiento insufrible.
Todos los integrantes del jurado se han sentido muy conmovidos por esas experiencias tan desgarradoras y por esta historia humanista y conciliadora.
– Y el Premio de la Búsqueda Documental (Prix de la Recherche Documentaire), a la película ecuatoriana CUANDO ELLOS SE FUERON, de la directora VERÓNICA HARO ABRIL.
El jurado quiere destacar su valor antropológico y humano, consiguiendo con su conmovedora y sencilla historia recuperar la memoria de un pueblo. Una historia con la que cualquier persona de cualquier país se puede identificar al tratar temas como la despoblación y el vaciado de los pequeños pueblos rurales, así como la pérdida de las raíces y de la memoria colectiva; reflejando además la soledad fruto de la muerte que es posible habitar, transitar y vivir en la memoria de los que ya no están. Un hermoso homenaje a nuestros abuelos y a quienes aún aman y creen en su tierra.
De igual manera el jurado quiere destacar sus excelentes valores cinematográficos, técnicos y artísticos, pese a tratarse quizá del documental más modesto de los que han competido en esta edición.