He escrito tanto sobre Ennio Morricone que, tras su muerte, no he encontrado el tono adecuado ni las palabras precisas para volver a hacerlo. Su muerte me ha dejado mudo.
Sólo puedo sentirme bien por haber tenido la suerte de presenciar su último concierto en Madrid, y eso es mucho. Así que me despediré de este músico irrepetible, que tanto me ha hecho llorar con sus composiciones, que ha hecho que nuestras vidas sean un poco mejor, de la manera más sencilla y sincera posible:
Addio per sempre, Ennio. Grazie mille.
Yo también me alegro de haberlo disfrutado en directo. Fue una experiencia increíble.
Alberto Mrteh (El zoco del escriba)