NADIE PIENSA EN MI NOMBRE de AHMAD AL-SHAHAWY

AHMAD AL-SHAHAWY

   Hace un tiempo, un escritor me envió un manuscrito, un poemario para que le diera mi opinión. Yo, que soy prudente y carezco de poder moral para enjuiciar la obra de otro autor (aunque lo hago en mi blog al dar mis impresiones de los libros que leo, lo que no es óbice para sostener lo que antes he afirmado), quizá porque sé lo difícil que es construir una historia, armar una novela, dibujar un relato o componer un verso. Yo, ya digo, quizá  no sea quién para enjuiciar, pero sí creo que soy capaz de dilucidar entre lo bueno y lo malo, lo trabajado y lo superficial, una obra que merezca la pena de la que no. Ese escritor que me mandaba por correo electrónico su manuscrito, escrito en árabe pero traducido al castellano, se llama Ahmad al-Shahawy, y su poemario lleva por título “Nadie piensa en mi nombre”.

    Comencé a leerlo con cierta reticencia, el hecho de que se hubiera animado a enviármelo sin conocernos, sólo porque al leer mis escritos él suponía que podía confiar en mí, en cierta forma me ponía en una situación extraña, y, por otro, alimentaba mi vanidad. Pero, en cualquier caso, era sorprendente que lo hiciera, que creyera que yo haría un buen uso de sus poemas. No soy un gran lector de poesía, lo mío es la narrativa, pero, sin embargo, a medida que me sumergía en los versos de al-Shahawy  me di cuenta de que estaba descubriendo algo, algo excelente, exquisito, sorprendente.

     “Nadie piensa en mi nombre” es Poesía, escrita con mayúscula, con eso todo está dicho. Poesía cercana, teñida de sufismo, sensual, terrena y espiritual, que hurga en el alma humana pero también en lo sensorial, te llega como una brisa suave que alberga una voz profunda, te abraza y te abrasa, un ensueño con aromas orientales pero engarzado a la realidad de nuestro tiempo. Poesía embaucadora, llena de onírica sensualidad, con las mujeres como centro de sus palabras bien aquilatadas y medidas, con las mujeres como anzuelo, un anzuelo endulzado con ese veneno del que un hombre bebería con los ojos cerrados.

     Ahmad y yo nos hemos escrito, comentando sus versos, y ha surgido una sincera amistad. Sigo pensando que era algo abrumador dar mi modesto parecer sobre su trabajo, pero ya le conozco, sé cómo escribe, he llegado a paladear la belleza de sus palabras, especialmente gracias a esta estupenda traducción de Mohamed Abuelata y, por tanto, ya no puedo atrincherarme en excusas superfluas. Le dije a Ahmad que sus versos son extraordinarios, y le pedí permiso para compartirlos con vosotros. (Acompaño algunos de sus poemas que forman parte de “Nadie piensa en mi nombre” con textos que han escrito sobre Ahmad al-Shahawy quienes han estudiado su obra en profundidad). Porque sólo cuando ya nos conociamos, Ahmad me envió su curriculum (que podéis ver al final de este post) y entonces vi que es un poeta laureado, reconocido y admirado. Y eso es prueba de su carácter, de su humildad como escritor, es decir, una persona a respetar.

      Sólo espero no defraudar a quienes sean adictos a la poesía y no conozcáis a este autor, aunque lo dudo. “Nadie piensa en mi nombre” seguramente hará que al final de su lectura penséis en el nombre de Ahmad al-Shahawy.

 Sergio Barce, agosto 2011

 قتيل العبارة      /    Cada vez que muere alguien…

Cada vez que muere alguien,

balbucea el sepulturero una alabanza.

El vendedor de telas a Dios da gracias

por el corpulento cadáver.

El recitador del Corán sonríe

porque habrá funeral,

pero es más feliz

si en una noche recita en dos velorios.

Los usureros lloran

y se desesperan

por cobrar el préstamo perdido.

Sólo el muerto

vuela llevado sobre hombros,

y pasa la noche solo

y, sólo, piensa en el albañil

que levantó la tumba de prisa y corriendo.     

Ahmad al-Shahawy

 Un poeta que ama el fuego, y quemar etapas. Nunca satisface la sed beber en las fuentes de la tradición espiritual a la par que sigue el ritmo de lo ultramoderno, y, al final, uno no acierta a saber si estás en presencia de un maestro derviche del sufismo oriental o se trata de un poeta maldito genio del arte moderno. Mas una ola de poesía te calma el ánimo tan pronto como percibes el regalo de una fresca y balsámica creatividad. Shahawy busca la sabiduría sin estar seguro de haberla alcanzado; dominar el lenguaje aun consciente de lo imposible de la tarea. Sin embargo, se siente fiel continuador de la saga de poetas tocados con la llama de la profecía artística y sigue sin poder huir de la quema.    [Salah Fadl: diario “Al-Hayah”, Londres, 9 de mayo de 2005]

 باب في رأسي     /    Una puerta en mi cabeza

Anoche,

con la tercera copa,

con lo negro atrapado en las piernas,

ocupado en brotes de flores de oro

de un cuerpo que llovía fuego,

una cama nocturna y sola,

el Nilo contemplando,

la puerta de la habitación esperando

cerrar

y tentar,

y la secreta puerta, mi cómplice de pasión.

Adelanté el sábado

pero los domingos extremaron

su temor a las paredes.

Volví a casa

arropado por la copa,

llevado en negro.

Desde su madrugador poemario, “Dos prosternaciones de amor”, Shahawy viene perforando el resistente terreno de la poesía para plantar, tal vez, un árbol; pero, en su lugar, tan sólo encuentra letras. Ahmed Shahawy consagra su propio sancta sanctorum y, con sus duelos, formula sus propios tabúes, erigiendo para sí un credo en el que se sume sin tregua.    [Dr. Yusuf Zidán]

Damietta (Egipto), ciudad natal de Ahmad al-Shahawy

عين كل صورة   /   El ojo de cada imagen

  Tus párpados son fuego

y no es raro

que nazca de tu agua,

tan gigante,

mi volcán.

La obra poética de Ahmed Shahawy propone el amor como una ventana para asomarse al mundo, presenta a la mujer como razón de ser de la existencia y plantea el amor como un deber sagrado. Y no pecaría yo de exagerado si dijera que Ahmed Shahawy es el legítimo heredero de la saga de los grandes amantes que en el mundo ha habido. Ahmed Shahawy ahonda, por un lado, en su herencia espiritual del Corán y de la senda recta y, por otro, en la herencia secular de amor mundano. Asimismo, y a lo largo de su trayectoria con la tradición, pudo desplegar parte de su experiencia personal y sus propias vivencias cuyo resultado, lejos de limitarse a la mera recreación, bucea en la misma raíz de lo femenino o de la mujer, primera ausente desde muy temprano aunque presente siempre día y noche. Por otra parte, es clara y notoria, como herencia de la tradición ancestral, la tendencia a que, en la poesía amorosa y la relación hombre-mujer, el hombre ocupase el corpus y la mujer, el margen. Llegó Ahmed Shahawy e invirtió esa tendencia cambiando el sentido y rumbo de la misma para ser mujer-hombre; de modo que, en su poética, la mujer ahora ocupa el corpus y el hombre, la nota a pie de página.   [Dr. Muhámmad Abdul-Muttalib: Poetas de los 1970 y el caos creativo, El Cairo, Ediciones Maktabat Al-Usrah, 2009]

للسماء سقفان وكنت بينهما   /    Entre los dos techos del cielo   

 Desde pequeño en la aldea,

siempre creí que era tan bajo el techo del cielo

que podía tocarlo con la mano, cada noche,

y llenarme los bolsillos de estrellas.

 Mas, desde ayer,

desde que llegué al desierto,

vi la arena tan soñadora como su vientre,

el agua tan roja como sus labios

y probé la lengua de su insomne bahía.

 Ahora sé que el techo del cielo está lejos

y que mis sueños pequeños

escalaron hasta sus aguas.

El Cairo

وما بينهما   /  Entre una cosa y otra

 Te prometo silencio

no palabras.

 Te prometo ser yo

no mi sombra.

 Te prometo mi letra

no lo que digo.

 Te prometo mi cara

no mi espejo.

ما الجحيم؟   /   ¿Qué es el infierno?

  ¿Qué es el infierno? –pregunté.

Amar

Sin eco,

Preguntar

Sin respuestas,

Escribir

Sin tener lectores,

Dormir

Sin que nadie pueble tu sueño,

Hacer votos

Sin que haya dioses,

Tener una llave

Y no tener casa,

Abrir la mano

Y no encontrar a ninguna mujer leyendo.

AHMAD AL-SHAHAWY nació en Damietta, Norte de Egipto, en 1960.   Realizó estudios de Periodismo, en la ciudad de Suhag, en la Facultad de Letras de la Universidad de Asiut, licenciándose en 1983.  Trabaja actualmente como Director de Redacción en Al-Ahram,  que se considera la mayor  fundación periodística en Egipto y el Mundo Árabe, a la que se incorporó en el año 1985.

Ahmad al-Shahawy

En septiembre del 1991, participó en el Programa de los Autores Internacionales en los Estados Unidos por tres meses y recibió el certificado de asociado en Literatura de la Universidad de Iowa. En septiembre del 1994 obtuvo un diploma especial en Cultura y Ciencias del Centro Jónico en Grecia y sus Obras Poéticas están traducidas a varios idiomas.  Miembro de la Enciclopedia Internacional de Poesía Quién es quién desde 1992. En 1995 obtuvo el premio UNESCO de Letras. Participó en el Programa de la Fundación Girace de Creación, octubre del 1995- San Francisco, California. En 1998 obtuvo el premio Kafavis de poesía. Fue miembro de la Comisión de Poesía del Consejo Superior de Cultura de Egipto desde el año 2001 y hasta 2006.  El Festival Internacional de Poesía en Rotterdam le publicó dos Antologías poéticas en inglés y holandés en junio del 2004. Su obra poética ha sido objeto de estudio de varias investigaciones de máster y doctorado en la universidades egipcias y árabes.

 Obras publicadas:

 1.    Dos Rakaas para el amor- El Cairo-1988

2.    Los dichos- Parte Primera-  El Cairo-1991

3.     El libro del amor -El Cairo-1992

4.    Los dichos- Parte Segunda- El Cairo-1994

5.    Estados del enamorado El Cairo-1996- y segunda edición especial de 25 mil ejemplares Biblioteca de la familia-Festival Lectura Para Todos- El Cairo -2001.

6.    Los dichos ¨Antología¨- El Cairo-1996.

7.     El libro de la muerte El Cairo-1997.

8.    Di ella– El Cairo- 2000.

9.     Agua en los dedos- ¨antología¨-El Cairo-2002 y segunda edición especial de 25 mil ejemplares Biblioteca de la familia-Festival Lectura Para Todos- El Cairo –septiembre 2002.

Agua en los dedos, edición en español por Milagros Nuin- Instituto Egipcio de Estudios Islámicos en Madrid- Madrid-2002. Nueva Edición con una selección de Los consejos en el amor de las mujeres ¨El primer libro¨-Universidad de Costa Rica en cooperación con El Festival Internacional de Poesía en Costa Rica-2008.

 10.  Los consejos en el amor de las mujeres ¨El libro primero¨-El Cairo- Julio 2003- y segunda edición especial de 25 mil ejemplares Biblioteca de la familia-Festival Lectura Para Todos- El Cairo -2003.

11.   La Lengua del fuego– El Cairo- 2005. Ministerio de Turismo y Cultura- segunda edición – Saná-2005.

12.  Los consejos en el amor de las mujeres ¨El libro segundo – El Cairo- 2006.

13. Un puerta y casas – El Cairo- 2009.

14. Conduzco las nubes – enero 2010.

15. Nadie piensa en mi nombre– Antología- 2011

Mohamed Abuelata, que ha efectuado la traducción de los poemas de al-Shahawy del árabe al español, es Catedrático de Hispánicas de la Universidad de Ain Shams de El Cairo (Egipto).

 

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4 pensamientos en “NADIE PIENSA EN MI NOMBRE de AHMAD AL-SHAHAWY

  1. Joana dice:

    Por supuesto que empezaré a pensar en su nombre… Qué hermoso que a través de las escrituras haya surgido entre vosotros la amistad, esa sincera amistad. Gracias al estupendo trabajo de los traductores podemos acercarnos a ese mundo de Ahmad al-Shahawy, a sus poemas tan maravillosos… que de quedarme con algunos versos de él sería…
    «¿Qué es el infierno?… Escribir sin tener lectores, Dormir sin que nadie pueble tus sueños, Abrir la mano y no encontrar a ninguna mujer leyendo,…»
    Es un lujo, Sergio, que nos presentes en tu blog a personas como Ahmad al-Shahawy para poder compartir, leyéndolo, toda la riqueza que nos ofrece.
    Un beso

  2. Mariblanca Santisteban dice:

    En un festival de poesia en Guatemala, en un pueblecito que no aprece en el mapa conocí a el mestro Ahmad y me impresiono su sencillez personal, la capcidad que tiene para transformar la realidad en belleza y con el blog escrito aqui me doy cuenta que nos unimos en la admiración de tan grande poeta y ser humano y agradezco que difunda esta información y que de a conocer tal hoja de vida que se queda corta ya que falta incluir el largo recorrido que tiene en el mundo llevando y multiplicando la poesía como equipaje de vuelo hacia la inmensidad…
    Mariblanca
    Quetzaltenango, Guatemala.

  3. Me gustaría contactarme directamente con el poeta Ahmad al-Shahawi, pues me interesa conversar sobre su poesía, mi nombre es Dora Isabel Berdugo Iriarte. Gracias al poeta por la dedicación que le pone a cada verso.
    correo iactaselene42@hotmail.es

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