Lee Marvin y Angie Dickinson.
Magnífica imagen de A quemarropa (Point blank, 1967), de John Boorman. Una de esas películas de cine negro por las que no pasa el tiempo. Estéticamente, fue un film rompedor. Y la presencia del siempre sólido y eléctrico Lee Marvin, en uno de sus mejores papeles, y de la excelente Angie Dickinson, siempre desprendiendo una elegante carga sensual, elevó el listón del film.
Un tándem que ya había protagonizado en 1964 otros de los títulos míticos del género: Código del hampa (The killers), dirigida por Don Siegel.
La tercera y última película en la que coincidirían fue Caza salvaje (Death hunt, 1981), de Peter Hunt.