Archivo de la etiqueta: Editorial Alhulia

«EN TÁNGER, LA LITERATURA, UNA CONVERSACIÓN PENDIENTE», DE JOSÉ MARÍA LIZUNDIA

Tras su anterior Tánger y Melilla confrontadas: otros sesgos simbólicos y literarios, José María Lizundia publica En Tánger, la literatura, una conversación pendiente, que, como el anterior, edita Alhulia, con un excelente prólogo de la profesora Randa Jebrouni que resume perfectamente el espíritu e intenciones de esta publicación.

Lo que anuncia su título está bien traído puesto que se trata de una continuación del primero de estos ensayos o al menos es esa la impresión que tengo, una especie de apuntalamiento de la teoría de Lizundia sobre la literatura escrita en y sobre Tánger.

Ya en sus páginas, disiento en considerar que la jaquetía se ha utilizado por los autores españoles como otro de los elementos del falso cosmopolitismo. Escribe José María Lizundia:

“Que la jaquetía sea un elemento de cosmopolitismo de Tánger es algo directamente disparatado, porque es su negación metafísica”.

Es cierto que el español fue la lengua franca para los hebreos, como explica muy bien al referirse a Ben Ami, pero también es cierto que la jaquetía la escuchábamos tanto en Tánger como en Larache, y era una realidad. Minoritaria, por supuesto, pero ahí estaba, y su uso literario en modo alguno me parece que busque algo más que el de mostrar una época y una gente que usaba una peculiar manera de hablar.

Yo utilizo un diálogo en jaquetía o con términos de jaquetía en una de mis novelas no porque eso le dé una patina de cosmopolitismo a la trama sino porque ese personaje en concreto era una hebrea que se expresaba en jaquetía (mi abuelo y mi madre solían imitar a sus amigos hebreos en el uso de ese vocabulario y, en especial, en la musicalidad y tonalidad de las frases, porque la jaquetía también posee su propio “ritmo musical”).

Y la utilización que hace Ángel Vázquez, a mi entender, de la jaquetía en su novela La vida perra de Juanita Narboni no la constriñe o la convierte en una obra añeja y desfasada, al contrario, es uno de sus grandes aciertos y la hace curiosamente imperecedera, de ahí sus reediciones. De hecho, en mis años de estudiante, uno de mis profesores de literatura en Málaga incluía la novela de Vázquez entre los títulos que debíamos leer como narrativa rompedora o a contracorriente.

Lo que sí coincido con Lizundia es en que Paul Bowles es el gran reclamo literario de Tánger y que, en ese aspecto, la ciudad no es nada española.

También leemos en este ensayo:

“…Ningún español ha atraído a un solo extranjero, no ha existido un Tánger internacional español; Goytisolo tiene de Tánger lo que tiene, básicamente un libro. Laforet y Ángel Vázquez son de culto doméstico, de familia y pandilla; por eso las guirnaldas y cintas de la jaquetía y de antifranquismo de garrafón tienen tanta presencia. Todo ello es algo inconexo con el cosmopolitismo. El cosmopolitismo español en Tánger es un cosmopolitismo pasivo…”

No estoy tan seguro como Lizundia de esta última aseveración. Pero comparto con él todo lo que expone relativo a la Generación Beat, Chukri, Bowles… Cierto: la Generación Beat no tiene nada que ver con Tánger. Y de Mohamed Chukri y de Paul Bowles es muy atinado e interesante cuanto nos propone con relación a sus personalidades y a su influencia como autores de y sobre Tánger.

Añade José María Lizundia:

“Tánger es la literatura que de allí sale y la que no sale y que difícilmente podría salir, es una propuesta y opción literaria. Con Tánger, se opta por un tipo de literatura. Tánger debería ser una conversación literaria que no tuviera como eje la ciudad, sino la literatura. Hablar de Tánger es no conversar de literatura. Tánger es una suplantación de la específica experiencia literaria porque la somete y subyuga.”

En estas rotundas afirmaciones también hay mucha tela que cortar y mucho que discutir. Tánger, a mi entender, es una ciudad que ofrece muchas puertas a un escritor. Depende de qué puerta decidamos abrir.

En definitiva, mi impresión es que siempre es interesante leer a José María Lizundia, y En Tánger, la literatura, una conversación pendiente está escrita para instar la discusión y el debate, para dejar una “conversación pendiente” entre él y los lectores. Eso al menos me ha provocado en mí: la sensación de que tengo pendiente una conversación con Lizundia. 

Sergio Barce, mayo 2022

 

Etiquetado , , , , , ,

«TÁNGER Y MELILLA CONFRONTADAS: OTROS SESGOS SIMBÓLICOS Y LITERARIOS», UN LIBRO DE JOSÉ MARÍA LIZUNDIA

Tánger y Melilla confrontadas: otros sesgos simbólicos y literarios, es un interesantísimo libro de José María Lizundia que acaba de publicar Alhulia, en su colección Ensayos Saharianos, en el que aborda diferentes asuntos, pero sobre todo el de Tánger como mito literario.

“Es tal la adscripción a la literatura de géneros, que se ha convertido la Ciudad del Estrecho en otro género en sí misma, que está generando esa literatura, refundiendo a los demás”.

La imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es tanger-y-melilla-confrontadas-portada.jpg

Tiene razón cuando funde a Tánger con el género de aventuras, con la novela negra, con el entretenimiento. Es tal el caudal de obras de género publicadas en los últimos años con Tánger como decorado que, a veces, creo que rozamos la sobreexplotación y que puede generar, al final, cierto hastío. Espero equivocarme.

El recorrido que hace Lizundia no es contemplativo y mucho menos condescendiente. Al contrario, su ensayo es muy crítico y acerado, y en muchos aspectos hay que darle la razón (por ejemplo, de entre los asuntos que roza, destacaría su acierto al hablar de los judíos, Marruecos y Palestina, con una postura valiente, sin duda, y nada errada; o su visión de Paul Bowles y la relación que mantuvo con los escritores marroquíes, algo de lo que habría que ahondar para dejar algunas cosas claras).

Pero es su acercamiento al mito de Tánger como elemento literario lo realmente enjundioso. Hay un párrafo excitante:

“Quitando a William Burroughs y obviamente a Bowles, nadie escribió nada allí o nada relevante. Mick Jagger dejó una frase pero no una canción, otros dejaron alguna cita. Está muy bien que se peregrine por los hoteles y bares de Tánger, pero no hay escritorio donde se escribió tal libro, estantes con libros del autor, estilográficas, habitación medio sellada. A Tánger le falta cultura material y le sobra inmaterial, a los efectos literarios y culturales españoles de los que hablamos.”

No se puede tirar por tierra un espectro con menos palabras. Sin embargo, siendo todo eso cierto, la imaginería ha hecho de Tánger un lugar bien abonado para crear. Yo lo he utilizado en cuanto he ambientado algunas de mis novelas en el Tánger de los años cuarenta y cincuenta. Por mi edad, solo puedo fantasear y crear una ciudad que solo existe en mi cabeza, pero con los pies en el suelo, sabedor de cómo es el mundo que describo. Probablemente a Tánger le falte cultura material, cierto, como también es verdad que le sobra la inmaterial, pero ésta ha dado obras realmente buenas (y también algunas infumables y, aunque con Tánger de telón de fondo, ajenas por completo a lo que ha sido o es la ciudad).

Pero yo soy un nostálgico de Larache y quizá por eso me hice nostálgico de Tánger, porque las dos ciudades tenían demasiados puntos en común como para despreciarlos y no aprovecharlos en mi beneficio, armamento pesado para mis obras. Abomino y rechazo sin embargo el ser un melancólico de los que describe José María Lizundia, aunque tengo pavor al pensar que con mis novelas tangerinas haya podido dar la impresión de pertenecer a esta categoría.

“…La ciudad es como una vieja locomotora de vapor que hubiera que alimentarla de libros para que pudiera seguir su marcha. Toda la literatura escrita después de la independencia de Marruecos, desde o sobre Tánger, parte de esa creencia; Tánger no desapareció, y aún perdura, como puede, para muchos. He de incluirme, aunque sea, seguro, el que menos motivos tiene para hacerlo, porque en otro caso no estaría en este cometido. Se han incorporado los ajenos, incluso con mayor puja, como yo mismo con prurito de aguafiestas, simplemente porque no vislumbré ninguna otra vacante. Por eso esa literatura nueva que recupera aquel mundo de la leyenda, y la película <Casablanca> hace de musa, al ir, descubren que el Tánger de la nostalgia, el paraíso, dejó de existir. Pero lo interesante y significativo no es la constatación, sino que hayan tenido que ir allí para certificarlo. Entonces, para perpetuar esa añoranza, ese estado de duermevela dulce y ondulado que pasa sugerentes imágenes, lo que hacen es escribir un libro sobre el Tánger extinguido y resucitado. Más que resucitado, en el fondo ha sido imaginado.”

Como decía antes, al leer este trabajo de Lizundia, temo ser catalogado de melancólico. Sí es cierto que hay novelas escritas por autores que han visitado Tánger (solo Tánger de todo Marruecos) durante dos o tres días, a veces solo un día, han leído algunos libros, les han invitado a una buena cena marroquí, y por arte de birlibirloque ya son especialistas en Tánger y en Marruecos. Yo, que viví mis primeros trece años en Larache (donde se asentó mi familia antes de la existencia del Protectorado), y que voy y vengo de Marruecos con asiduidad, sigo siendo un lego. La cultura marroquí es compleja, el país es complejo, Tánger en concreto es muy complejo, y sigo aprendiendo. Y sí, acierta José María Lizundia al decir que lo que hacen es escribir sobre un Tánger imaginado. Pero yo exijo que al menos haya algo de verdad en lo que se narre, y no me refiero a la verdad histórica. Sin embargo, juega en nuestra contra el hecho de que novelar te permite crear la ciudad que te dé la gana.

Este libro puede molestar a algún tangerino de los muy recalcitrantes, pero no viene nada mal zarandear un poco la mesa y que el castillo de naipes se tambalee para que abramos un poco más los ojos, tal y como hace José María Lizundia.

Sergio Barce, marzo 2021

Etiquetado , , , ,

LA LITERATURA MARROQUÍ EN LENGUA ESPAÑOLA, SEGÚN ABDELKADER CHAUI

Marruecos alegórico ensayos de literatura y cultura

Tras leer el libro Marruecos alegórico: ensayos de literatura y cultura, de Abdelkader Chaui, en el que se recogen artículos, conferencias y entrevistas del autor, he creído necesario destacar la conclusión a la que llega con relación a la literatura marroquí en lengua española, tanto por el significado testimonial como por la puesta en valor de esta literatura por alguien de la talla de Chaui. En ese sentido, el siguiente fragmento de su libro es elocuente:

“…Mi quinta observación, considerando los que acabo de cuantificar, tiene que ver con una de esas entidades literarias que se convirtió en un fenómeno literario que hace pocos años generó una polémica tensa a propósito de su existencia o ausencia-inexistencia. Me refiero a lo que se llama: la literatura marroquí escrita en lengua española, o literatura marroquí en castellano (denominada por Christian Ricci: literaturas periféricas). Y debo hacer notar, a pesar de todo, que esta entidad literaria tiene que ver con dos estructuras de suma importancia: la histórica que corresponde a la influencia cultural del hispanismo (como un fenómeno colonial del protectorado) y sus mecanismos de implantación mediante el establecimiento de nuevas estructuras sociales y económicas en el norte de Marruecos, que, con el paso del tiempo, ayudaron a forjar una élite local integrada o dispuesta a integrarse en el sistema arraigado en la sociedad del norte. Una larga historia para contar detallando los elementos que han contribuido a su elaboración y a su labor. La segunda es una estructura lingüística cultural por el uso de la lengua española como medio de expresión y comunicación, sin olvidar que esta lengua-cultura ha sido siempre vehiculada por el sistema de la enseñanza.

(…) Así que se este modo considero esta literatura como una variante de la llamada literatura marroquí moderna.”

Marruecos alegórico: ensayos de literatura y cultura, de Abdelkader Chaui, ha sido publicado la Editorial Alhulia, en su colección Ensayos Saharianos, en junio de 2019.

Sergio Barce, agosto 2020

Abdelkader Chaui (Bab Taza, 1950), es escritor y crítico marroquí, autor de la novela Patio de honor, con la que obtuvo el Premio a la Creación Literaria, entre otras, además de numerosos ensayos y artículos.

ABDELKADER CHAUI

ABDELKADER CHAUI

 

Etiquetado , , , ,